El más contundente en sus contestaciones fue, quizás, el presidente del Congreso, José Bono. Los diputados, dijo, "no son una casta ociosa y desvergonzada" e insistió en que es la Constitución la que establece que el mes de enero, como ocurre con julio y agosto, es inhábil a efectos parlamentarios y que, por tanto, si el Pleno de la Cámara no se reúne en esas fechas es por un mandato constitucional. No aludió al hecho de que es algo que podría modificarse si así lo decidiesen sus señorías.
"Cuando se traslada una imagen incorrecta es cuando se dice que el Parlamento y los diputados están de vacaciones queriendo trasladar que son una casta ociosa desvergonzada", apostilló el presidente de la Cámara preguntado sobre el hecho de que los diputados lleven cuarenta días sin acudir a un pleno de la cámara.
Advirtió además que, a su juicio, con este tipo de afirmaciones "se hace un mal servicio a la verdad y al sistema democrático" porque "el periodo del mes de enero no es de vacaciones, sino que es un periodo intersesiones" durante el que no se celebran Plenos pero sí se trabaja en la sede parlamentaria. "No se celebran sesiones plenarias no porque los diputados sean ociosos, sino porque la Constitución lo dice y lo contrario es sencillamente mentira", sentenció.
También se le pidió opinión sobre este extremo a la secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, la popular Celia Villalobos, que no disimuló su irritación ante la pregunta. Así, contestó que es la Carta Magna la que "dice que en enero no puede haber Parlamento" y que, aún así, durante el mes de pasado se han celebrado varias reuniones en la Cámara Baja.
"Me duele ver el maltrato hacia el conjunto de parlamentarios", comentó Villalobos, quien dijo desear que todos los ciudadanos pudieran ser testigos de "lo que un diputado de provincias hace a lo largo del día" tanto en el Congreso como en sus respectivas circunscripciones. "¿Si no hay parlamentarios qué tenemos, un general montado en un caballo y todos calladitos?", se preguntó, subrayando que la inmensa mayoría de sus compañeros trabajan y lo hacen "bien".
Uno de los portavoces adjuntos del Grupo Popular, el diputado por Álava Alfonso Alonso, admitió que a la oposición le gustaría que hubiera sesiones plenarias todos los días. "Me imagino que al Gobierno no, pero la previsión constitucional es la que es", resumió con cierta resignación.
Sin aludir a la Carta Magna su compañero de grupo Vicente Martínez Pujalte quiso culpar al Ejecutivo de que no haya Pleno: "Se ve que no quiere enfrentarse a que no tiene mayoría", dijo antes de recalcar que él lleva trabajando en el Congreso desde el 7 de enero. En la misma línea, el diputado del PP por Cuenca José Madero señaló que las vacaciones "no son tan largas como a veces se dice".
Por su parte, la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, quien confesó que le habría gustado contar con 45 días de vacaciones, explicó que durante el último mes y medio ha viajado casi todas las semanas a Madrid para atender sus responsabilidades parlamentarias.
Además, desde su punto de vista, lo que quieren los ciudadanos es que los políticos se dediquen "a trabajar y solucionar los problemas de este país". "Lo que está pidiendo la ciudadanía es la responsabilidad de un acuerdo anticrisis de todo el mundo y dejarse de boberías. Los temas de imagen se lo dejamos a los asesores de imagen de cada grupo político", agregó.
Desde ERC, su portavoz, Joan Ridao, recordó que hace unos meses la Junta de Portavoces encargó un informe jurídico sobre la posibilidad de "bordear la Constitución" para poder celebrar Plenos en julio, agosto y enero algo que, a su juicio, no se ha hecho por las resistencias de PSOE y PP.
También el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, hizo hincapié en que el mes pasado no hubo plenos pero sí actividad parlamentaria y extraparlamentaria. "La política no acaba ni empieza en el Parlamento", comentó antes de añadir que "lo realmente importante no es tanto que el hemiciclo esté o no vacío", sino que los grupos hagan propuestas y fomenten el debate.
Igualmente, el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, volvió a defenderse a sí mismo y al resto de sus colegas, explicando que él trabaja en el Congreso "de ocho de la mañana a ocho de la tarde" todos los días laborables independientemente que sea periodo ordinario o extraordinario. "No es cierto que no se trabaje; los que estamos por aquí no vamos asumir ni aceptar que se nos acuse en falso", advirtió.
Por el contrario su compañero de grupo parlamentario, el diputado de ICV, Joan Herrera, lamentó que el Congreso no haya tenido más actividad durante el mes de enero. "Ha habido mucha menos actividad de la que debería y los diputados también tienen que dar ejemplo en un momento de crisis", afirmó.
En su opinión, si se piden "sacrificios" a los ciudadanos plateando incluso retrasar la edad de jubilación, los diputados también deberían aplicarse el cuento y revisar su sistema de pensiones para poner fin a una "doble vara de medir" que considera "inaceptable". Por eso avanzó que ICV planteará una iniciativa en este sentido.