(Libertad Digital) Según el informe elaborado por el Foro de Ermua, hasta veinte empresarios del País Vasco y Navarra han recibido cartas de extorsión en las que ETA exigía bajo amenaza cantidades que oscilan entre los 18.000 y 60.000 euros. Siguiendo con el capítulo de la financiación de los terroristas, la recaudación a través de los conocidos como "bonos" no ha dejado de funcionar. Circularon hasta 1.200 por valor de 72.000 euros. La recaudación se hace en colaboración con las herriko tabernas y el aparato de Ekin.
En el plano propagandístico, la banda tampoco deja de actuar. El germen de la denominada "desobediencia civil" incardinada en Udalbiltza ha editado guías de establecimientos en las que se admite el DNI vasco, ilegal. También hay convenios con las euskal etxeas de Argentina y Barcelona.
En cuanto a la estructura propiamente etarra, el Foro de Ermua confirma lo que los medios franceses llevan tiempo publicando: una actividad frenética: 21 coches robados, 9 refugios y un arsenal de explosivos. También se han contabilizado al menos 34 actos de terrorismo callejero que habrían causado unos daños estimados en unos 285.000 euros.
Por todo ello, el presidente del Foro Ermua, Mikel Buesa, denunció lo que parece evidente: la "continuidad de la actividad violenta" de ETA, pese a que el Gobierno sostiene haber verificado que el alto el fuego de los terroristas es real.
"Exiguo" tratamiento de ETA en el debate
Antes de su reunión con la cúpula del PP y en declaraciones a Europa Press, Mikel Buesa indicó que dicha "división" de tareas supone que mientras el Ejecutivo "se dedica a hablar con ETA, los socialistas vascos se ocupan de negociar las cuestiones de tipo político", pero ambos en la senda de la negociación política. "Un partido ilegalizado no puede ejercer ese papel de interlocutor político porque está excluido del sistema", añadió.
Calificó la intención de Patxi López de reunirse con Batasuna-ETA como el reconocimiento "forma y público" del partido ilegal como interlocutor político. A juicio de Mikel Buesa, el encuentro "reforzará" a los batasunos y tendrá como consecuencia la apertura de "un nuevo ciclo terrorista dentro de unos meses". Además, la reunión supone, según Buesa, la confirmación de que se está siguiendo el "guión de ETA" en la negociación política. Y consideró que hay una "división" del trabajo entre Zapatero y el PSE.
Respecto a la posibilidad de que el Partido Popular y el Partido Socialista hubiesen acordado no tratar el terrorismo como tema central en el debate del Estado de la Nación, Buesa destacó que "dentro de lo exiguo de su tratamiento, fue mucho más claro Mariano Rajoy", pues el líder de los populares expuso como condición para que su partido negociase con ETA la renuncia de la banda al terrorismo. Por el contrario, denunció el lenguaje "poco claro" que caracteriza al presidente del Gobierno, cuya intervención resultó a su juicio "de poco calado".
Respecto a la citación de Arnaldo Otegi y otros dirigentes de Batasuna por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, Buesa se mostró satisfecho por la actitud de la judicatura que "no está en tregua". Buesa expresó su deseo de que tanto Marlaska como los demás jueces embarcados en procedimientos contra dirigentes de Batasuna-ETA, tomen "una decisión acertada, dentro de la legalidad y con libertad".