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Los controladores denuncian que el Gobierno les amenazó con embargarles sus casas

La apertura del espacio aéreo vino también, según los controladores, de serias amenazas del Gobierno avisándoles que les quitarían sus casas y sus bienes, además de que esa noche dormirían en prisión. Afirman que hay compañeros que se están planteando el suicidio.

Según van pasando los días se van conociendo los entresijos de la huelga de controladores que cerró el espacio aéreo. Según La Gaceta, el Gobierno amenazó a los controladores con embargarles la casa y con meterles en la cárcel. Poco después, volvían al trabajo. "Por favor, enchufaos que nos quitan todo", les pidió el presidente de UCSA a sus compañeros.

El sábado fue un día muy largo, con estado de alerta incluido. Los controladores aseguran que iniciaron este pulso contra el Gobierno ante las humillaciones que han sufrido. "Nos sentíamos indefensos, no teníamos otra alternativa", afirma una controladora, que añadió que "lo estábamos perdiendo todo y ellos se permitían machacarnos y remitirnos a los tribunales con desdén".

Sin embargo, cuentan los controladores que algo debió ocurrir el sábado por la mañana entre el presidente del sindicato UCSA y el Gobierno. Afirman que tras el encuentro llegó a la torre de Torrejón "con una cara demacrada" y completamente "roto". "No sabemos lo que le hicieron, pero estuvo con militares, la presión debió ser brutal", afirmó.

Las primeras palabras de Camilo Cela fueron demoledoras para sus compañeros, dispuestos a llegar hasta el final: "por favor, enchufaos que lo perdemos todo". De hecho, según el diario de Intereconomía, en las reuniones entre el Gobierno y el representante de los controladores se les enseñó los expedientes de embargos de sus casas y bienes. Además, les amenazaron con que ingresarían en una prisión militar esa misma tarde.

En este sentido, una de estas controladoras afirmó que "somos gente normal, buena gente, tenemos familia e hijos, ¿cómo le explicaba yo a mi hija que su madre estaba en la cárcel?"

Por ello, y ante el cambio de actitud de Cela, sus compañeros creen que "algo debió pasar entre las 9 y las 11 para que Camilo cambiara tanto; no me cuadra". Incluso los controladores afirman que "hay compañeros que están planteándose el suicidio. No están tratando peor que a terroristas".

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