En los últimos meses, el ministerio del Interior, que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba, ha acercado a más de una treintena de terroristas de ETA que cumplen condena a prisiones cercanas a la comunidad vasca. Además, más de una decena han sido recientemente trasladados a la cárcel alavesa de Nanclares de Oca, situada a apenas una quincena de kilómetros de la capital vasca
Estos últimos terroristas, que habrían firmado un escrito rechazando el uso del terrorismo para alcanzar fines políticos y una carta pidiendo perdón por sus crímenes, estarían gozando de varios beneficios penitenciarios. Este hecho no ha sentado bien entre los agentes de la Guardia Civil, para los que "un papelito arrepintiéndose no redime los asesinatos cometidos".
Alberto Moya, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha mostrado este miércoles su rechazo categórico a cualquier tipo de beneficio penitenciario para los terroristas de ETA. "Nuestro colectivo, que ha sido históricamente uno de los más golpeados por la banda terrorista, primero no ve con buenos ojos y lo rechazamos enérgicamente los beneficios penitenciarios a terroristas con delitos de sangre, en segundo lugar el acercamiento a la 'kale borroka', ojo que es la cantera de ETA, lo ha sido tradicionalmente y lo va a seguir siendo", ha dicho.
En parecidos términos se ha expresado el vicepresidente de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO): "Nos parecen muy fuerte, que tengamos a gente metida en la cárcel por un robo de una radio y sin embargo casos como el de la Tigresa con veintitantos muertos, se le acerque y se beneficie de tratos penitenciarios; nos revuelve bastante el estómago".