Los autos de Garzón demuestran que antes y durante el "alto el fuego" de ETA no aplicó la Ley

(Libertad Digital) El juez Garzón ordenó este jueves la detención de 23 dirigentes de Batasuna-ETA que habían reunido a la Mesa Nacional del brazo político de ETA para renovar el órgano de decisión proetarra. De este acto, que se celebró en la localidad guipuzcoana de Segura, iba a salir la dirección batasuna que debía regir los destinos de la formación proetarra tras la ruptura del alto el fuego declarada por ETA el pasado 5 de junio de 2007.

 

Desde la ilegalización del entramado HB-EH-Batasuna en 2003 por ser parte del entramado de la organización terrorista ETA, las actuaciones en nombre de cualquiera de estas formaciones políticas o de cualquiera de sus sucesoras que han sido anuladas son constitutivas de un delito de integración en organización terrorista, previsto y penado en los artículos 515.2 y 516.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Este jueves, el magistrado de la Audiencia Nacional aplicó la ley tras haberse cometido un delito.

 

A principios de 2006, el juez Grande Marlaska emitía un auto sobre el sumario 35/02, el mismo utilizado por Garzón para detener a los 23 dirigentes proetarras y que creó el propio Garzon para ilegalizar HB-EH-Batasuna, en el que ampliaba la suspensión de actividades de Batasuna-ETA hasta mediados de enero de 2008 y advertía de que no podían realizar ninguna actividad. Acordaba exactamente:

 

"Suspender por un período máximo de otros dos años, a partir de la fecha de esta resolución –mediados de enero de 2006– todas las actividades orgánicas, públicas, privadas e institucionales en todos y cada uno de los ámbitos y organismos públicos, fundaciones, asociaciones, sociedades y organismos similares de Herri Batasuna – Euskal Herritarrok -Batasuna, aún cuando carezca de personalidad jurídica. (...) Suspensión de la capacidad de participar como partido, organización o grupo en cualquier actividad o ámbito nacional o internacional, público o privado o institucional (...) Suspensión de la capacidad de convocar manifestaciones, concentraciones, caravanas o cualquier acto público o de asistir a los mismos".

 

El caso del ingreso en prisión de Joseba Álvarez como miembro de la Mesa Nacional de Batasuna-ETA se produce por haberse acreditado que en la actualidad seguía siendo responsable del área Internacional del máximo órgano de Batasuna, y que sigue ejerciendo su actividad al haberse comprobado su participación en 12 reuniones de dirigentes del brazo político de ETA desde junio de 2006, tres meses después de la reunión en la discoteca de Vergara. Entre estos actos, se incluye una reunión de la Mesa Nacional de Batasuna en la localidad alavesa de Salvatierra. En total detalla trece actos que él mismo no ha impedido en cumplimiento del sumario 35/02 y en los que no ha detenido a sus participantes.

 

El auto de Álvarez también aclara que uno de los motivos por los que se decreta la prisión incondicional y no se concede otra libertad bajo fianza es la proximidad del juicio sobre la instrumentalización de Batasuna por parte de ETA, lo que podría hacer que el dirigente proetarra decidiese huir de la justicia.