Mientras Rubalcaba parece querer mostrar firmeza contra Sortu, enviando informes a la Fiscalía y la Abogacía del Estado, sus compañeros de partido en el País Vasco parecen esperar con ansia la legalización de la nueva marca de Batasuna ETA para que concurran a las elecciones.
En los medios de comunicación, este domingo sucede lo mismo con los dos periódicos tradicionalmente vinculados con el partido socialista, Público y El País. Ambos diarios publican varias crónicas en las que señalan un cambio de tendencia en Batasuna con Sortu, "la mayoría de ETA se inclina por dejar las armas", dice Público, quien casi lamenta que "Sortu tiene escaso margen para llegar a tiempo al 22-M". Lo mismo pasa en El País, donde Ruiz Azpiolea, se esfuerza en decir que Batasuna es, con Sortu, la ETA Buena que ha dado la espalda a los pistoleros de la ETA Mala. Hasta Rufi Etxeberría es hoy protagonista en El País y también en El Mundo.
Otro de los que ha salido a la palestra ha sido Patxi López, quien mantiene un incómodo equilibrio en el Gobierno del País Vasco gracias al PP. Aquel pacto de Gobierno en marzo de 2009 en el que los populares marcaron unas "líneas rojas" que incluían la no negociación con los terroristas, para dotar de gobernabilidad al Ejecutivo de López.
Con todo, el presidente del Gobierno vasco dice esperar que el PP "entienda" que Batasuna "se mueve" y que el Gobierno vasco "no va a asumir posiciones de ilegalización" o de "cuarentenas" porque sí, sino "que va a confiar en el Estado de Derecho".
En una entrevista publicada en El Diario Vasco, dice que los populares no deben "ignorar las evidencias" y añade creer que "se ha dado cuenta que sería un error negar los cambios que se están dando en el discurso de la izquierda abertzale, aunque la experiencia del pasado justifique la desconfianza".
En su opinión, "el PP no puede separarse de los sentimientos de la sociedad vasca, que también desconfía, pero que no se cierra a la esperanza de que termine la pesadilla".
Subraya, en este sentido, la importancia de "no precipitarse ni dar pasos en falso, sino buscar el equilibrio entre no caer en una trampa pero tampoco impedir el avance hacia la paz. Esto exige mucha prudencia", recalca López.
Aclara que la nueva posición de la izquierda abertzale, "de momento, no es más que una declaración y unos nuevos estatutos en la buena dirección, con palabras que nunca habíamos escuchado en ese mundo", si bien advierte de que "declaraciones y palabras hemos tenido en otras ocasiones y, tras las frustraciones, necesitamos realidades y hechos palpables que despejen el escepticismo".
Ha dicho que para él es muy importante que el entorno de ETA empiece a hablar de "rechazo a la violencia" y de "reparación de las víctimas" y que "utilice la palabra terrorismo".
"Por primera vez -agrega- es este mundo el que adopta la iniciativa y parece que no es ETA la que les marca la ruta. Pero no vamos a tapar la historia de 40 años por una "comparecencia de la izquierda abertzale".
"¿Por qué no le piden a ETA que desaparezca? Sería una buena prueba del algodón", se interroga el lehendakari en otro momento de la entrevista, en la que también opina que sería "razonable" que Sortu reforzara su distanciamiento de la violencia "demandando la desaparición" de la banda terrorista y "repudiando, no solo los hipotéticos actos de violencia que puedan darse en el futuro", sino también "el terrorismo cierto y terrible que se ha ejercido en las últimas cuatro décadas", tal y como recoge la agencia Efe.
El máximo mandatario vasco califica de "coherente" la decisión del Ministerio de Interior de paralizar la inscripción de Sortu y poner el asunto en manos de la Justicia, ya que sus promotores "no han ocultado" que esta formación "procede de Batasuna".