Llegan a la base de Torrejón de Ardoz los cadáveres de los siete agentes del CNI asesinados en Irak

L D (EFE) Los vicepresidentes primero y segundo del Gobierno, Rodrigo Rato y Javier Arenas, respectivamente, se trasladaron a la base aérea de Torrejón de Ardoz para recibir los restos mortales de los siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia asesinados en Irak. Junto a Rato y Arenas también se encontraba la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, así como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Sodados del Ejército del Aire se han encargado de desceder a hombros los siete féretros. Les rodeaba un cordón de honor de la Policía Militar. Tras un breve responso oficiado por el capellán de la base aérea, los féretros han sido conducidos en automóviles hasta el Hospital Central de la Defensa, para que se les practiquen las autopsias a los cadáveres. Allí va a quedar instalada la capilla ardiente, en el Pabellón de Docencia. Varias salas han sido acondicionadas para acogar a los familiares y amigos de las víctimas.

El ministro Trillo recibió los féretros en Kuwait, donde desplazó con el director del CNI, Jorge Dezcallar, y un equipo de colaboradores con la intención de agilizar los trámites y conseguir la rápida repatriación de los cuerpos. En el mismo Airbus que ha trasladado los féretros ha viajado también el agente José Manuel Sánchez Riera, que iba en el convoy atacado al sur de la capital iraquí y que resultó herido leve en el atentado. Según las fuentes, Sánchez Riera sufrió una herida de poca consideración en el costado y está bien de ánimo.

Los agentes del CNI procedían de las Fuerzas Armadas, según informó un portavoz oficial del Ministerio de Defensa, que subrayó que, a pesar de ser militares, los agentes de los servicios de inteligencia, tras su ingreso, tienen consideración de personal estatutario.