L D (EFE) Llamazares ha señalado que es hora de sentarse a negociar la creación de mayorías de izquierdas basadas en programas, aunque no sólo hizo guiños al PSOE, sino que se mostró abierto a "organizaciones territoriales o regionalistas que compartan objetivos progresistas". El líder comunista explicó que con los socialistas les ha unido durante la campaña "varias prioridades", aunque temió que en el País Vasco el PSOE se sienta tentado a pactar con el PP, frente a la formación de gobiernos "de mestizaje nucleados en la izquierda" donde tenga cabida también el nacionalismo.
Llamazares, que durante la campaña electoral intentó diluir el efecto negativo que su portavoz vasco, Javier Madrazo, podía tener en el resto de España, ahora dice que en el País Vasco no va a negociar con el PP, “por la distancia ideológica insalvable” y porque también “choca con su estrategia de confrontación y crispación, que además ha sido estéril y ha enquistado un voto al PNV-EA que podría haber sido derrotado".
El líder de IU reconoció que el "suelo sólido" de cara a las autonómicas de Andalucía y de Cataluña, y de cara a las generales, no ha sido igual en toda España, ya que hay zonas "donde somos débiles". Llamazares ha admitido el "traspiés" de Baleares, donde la izquierda ha perdido el Gobierno, aunque lo atribuyó principalmente al "hundimiento del Partido Socialista de Mallorca".
Llamazares, que durante la campaña electoral intentó diluir el efecto negativo que su portavoz vasco, Javier Madrazo, podía tener en el resto de España, ahora dice que en el País Vasco no va a negociar con el PP, “por la distancia ideológica insalvable” y porque también “choca con su estrategia de confrontación y crispación, que además ha sido estéril y ha enquistado un voto al PNV-EA que podría haber sido derrotado".
El líder de IU reconoció que el "suelo sólido" de cara a las autonómicas de Andalucía y de Cataluña, y de cara a las generales, no ha sido igual en toda España, ya que hay zonas "donde somos débiles". Llamazares ha admitido el "traspiés" de Baleares, donde la izquierda ha perdido el Gobierno, aunque lo atribuyó principalmente al "hundimiento del Partido Socialista de Mallorca".