L D (Agencias) El desfile celebrado este miércoles con motivo del Día de la Fiesta Nacional pasará a la historia como el primero en el que un presidente del Gobierno era abucheado por el público, tanto a su llegada como en la despedida. Pero también hubo muchos aplausos, en concreto ante el paso de la Guardia Civil y la Legión. En un receso, las cámaras de televisión pudieron captar a un grupo de legionarios coreando de forma festiva un lema: "Ceuta y Melilla-territorio-nacional".
Durante el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas que se celebró este miércoles, no sólo hubo miradas sobre los palcos. Los propios militares aprovecharon el ambiente festivo para hacerse oír, como el grupo de legionarios que reivindicó la españolidad de Ceuta y Melilla algo que el presidente del Gobierno no hizo cuando una periodista le preguntó si había tratado con Driss Jetu una posible cosoberanía de las ciudades autónomas españolas.
También el público asistente se dejó sentir al abuchear al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por primera vez en la historia.
En la parada militar se dejó notar la ausencia de los ministros de Educación, Medio Ambiente y Justicia, María Jesús San Segundo, Cristina Narbona y Juan Fernando López Aguilar, aunque el resto del Gabinete socialista sí que estuvo presente. Los primeros en llegar fueron el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; el presidente del PP, Mariano Rajoy; el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, y las titulares de Fomento y Cultura, Magdalena Álvarez y Carmen Calvo, respectivamente.
Muchos objetivos de los reporteros gráficos estuvieron también pendientes del encuentro Maragall-Ibarra. El presidente de la Junta de Extremadura saludó escuetamente al presidente de la Generalidad. Se buscaban gestos después de que Ibarra tachara de desleal a Maragall por haber enviado un texto inconstitucional a Madrid. Fue Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid la que se sentó y departió con Maragall.
Otro de los planos curiosos fue el que reflejó una larga conversación entre el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. A la charla se sumó en algunos momentos el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero.
Al filo de las 10.30 horas, llegaron a la Plaza de Colón los Reyes, los Príncipes de Asturias y los Duques de Lugo y de Palma. Don Juan Carlos vestía el uniforme del Ejército de Tierra de capitán general y Don Felipe, de comandante del Ejército. La Princesa de Asturias, Doña Letizia, lució un vestido blanco y presenció la mayor parte del desfile sentada debido a su avanzado estado de gestación.
Como es tradicional, el desfile salió de la Plaza de Emilio Castelar recorriendo el Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Cibeles. Tanto los presidentes autonómicos como el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y el portavoz parlamentario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, se levantaron al paso de las banderas de los países que participarán en la XV Cumbre Iberoamericana. No desfiló la bandera de EEUU, ante la que no se levantó el entonces líder de la oposición José Luis Rodríguez Zapatero, pero sí lo hizo una batería de misiles Patriot de segunda mano, adquiridos a Alemania que a su vez se los compró a EEUU además de ser un éxito estratégico demostrado en la interceptación de misiles iraquíes. Ahora España los exhibe. Finalmente no hubo polémicas añadidas por la bandera que representa a Fidel Castro. Sólo se vio colgada de la sexta planta del Centro Colón y con crespón negro.
