L D (EFE) Su madre trabajaba como cajera en los almacenes y se encontraba embarazada en el momento del atentado, el 19 de junio de 1987, y desde entonces ha defendiendo que la explosión causó la sordera que padece su hija. El presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), Robert Manrique, ha explicado en rueda de prensa que "en el año 1991 ya presentamos unos certificados médicos que acreditaban la relación causa efecto entre la explosión y las secuelas del feto".
Explica Manrique que "han sido 12 años de impedimentos legales para esta familia pero, finalmente, la sentencia reconoce claramente la relación causal entre los hechos y la deficiencia auditiva bilateral de su hija, dada la potencia del explosivo". Esta sentencia abre las puertas a otras mujeres que, estando embarazadas, hayan sufrido un atentado con repercusiones en el desarrollo de su bebé o hayan provocado su muerte.
Hasta ahora, el Estado no consideraba a los fetos afectados como "víctimas del terrorismo" pero "si esta sentencia opina que un feto herido lo es, en consecuencia, un feto que ha muerto también debe serlo", ha opinado Manrique. El padre de la niña ha considerado que "esta indemnización llega demasiado tarde porque nos hubiera hecho falta cuando la niña era pequeña y teníamos que pagarle los médicos y los profesores particulares". Además ha confesado que ha estado muchas veces "a punto de tirar la toalla" en estos 12 años de espera porque "como padre, me hubiera gustado darle lo mejor para que ahora no tuviera que limitarse".
La ACVOT ha explicado que a partir de ahora comenzarán los trámites para localizar a las 10 víctimas de Hipercor que todavía no han podido ser localizadas, para que se acojan al cobro de indemnizaciones que tienen derecho a pedir en un plazo máximo de 6 meses.
El otro frente abierto de la ACVOT es poder llevar a juicio en un futuro al huido José Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera", que en el momento del atentado dirigía la banda como número dos. "Todos sabemos que las decisiones de ETA las toman los tres primeros y, si en este juicio se ha juzgado como inductor del atentado al número uno de ETA en ese momento, Santiago Arróspide "Santi Potros", también debe juzgarse al número dos de la cúpula", ha exigido Manrique.
Explica Manrique que "han sido 12 años de impedimentos legales para esta familia pero, finalmente, la sentencia reconoce claramente la relación causal entre los hechos y la deficiencia auditiva bilateral de su hija, dada la potencia del explosivo". Esta sentencia abre las puertas a otras mujeres que, estando embarazadas, hayan sufrido un atentado con repercusiones en el desarrollo de su bebé o hayan provocado su muerte.
Hasta ahora, el Estado no consideraba a los fetos afectados como "víctimas del terrorismo" pero "si esta sentencia opina que un feto herido lo es, en consecuencia, un feto que ha muerto también debe serlo", ha opinado Manrique. El padre de la niña ha considerado que "esta indemnización llega demasiado tarde porque nos hubiera hecho falta cuando la niña era pequeña y teníamos que pagarle los médicos y los profesores particulares". Además ha confesado que ha estado muchas veces "a punto de tirar la toalla" en estos 12 años de espera porque "como padre, me hubiera gustado darle lo mejor para que ahora no tuviera que limitarse".
La ACVOT ha explicado que a partir de ahora comenzarán los trámites para localizar a las 10 víctimas de Hipercor que todavía no han podido ser localizadas, para que se acojan al cobro de indemnizaciones que tienen derecho a pedir en un plazo máximo de 6 meses.
El otro frente abierto de la ACVOT es poder llevar a juicio en un futuro al huido José Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera", que en el momento del atentado dirigía la banda como número dos. "Todos sabemos que las decisiones de ETA las toman los tres primeros y, si en este juicio se ha juzgado como inductor del atentado al número uno de ETA en ese momento, Santiago Arróspide "Santi Potros", también debe juzgarse al número dos de la cúpula", ha exigido Manrique.