LD (Pablo Montesinos) Para el entorno del presidente de los populares un "buen resultado" pasaría, irremediablemente, por la mayoría absoluta en Galicia. Como ya hiciera la semana pasada, Mariano Rajoy volverá a volcarse estos días en la campaña gallega. Su objetivo: el escaño 38. Según los últimos sondeos, Alberto Núñez Feijóo ya los roza aunque están los que auguran que se quedará, como su antecesor Manuel Fraga, a las puertas de conseguirlo.
Lo que ocurra en el País Vasco también será importante. El mejor escenario es también el más improbable; que Antonio Basagoiti repita los mismos resultados que obtuvo María San Gil en 2005. O lo que es lo mismo, 15 diputados en el Parlamento de Vitoria.
Éste era el propósito del propio Basagoiti poco antes de comenzar la campaña. Ahora, sin embargo, el candidato del PP a lehendakari sólo promete que irá "a por todas". Un ambiente que ha rebajado las expectativas en la sede general de los populares, que ya verían como "un éxito" conseguir entre 13 y 14 representantes.
Si Feijóo sigue en la oposición...
Las otras dos opciones son negativas. Una más que otra, pero ambas complicarían las cosas a Mariano Rajoy.
La menos mala para el líder la oposición pasaría por retrasar su reválida hasta el siete de junio, día de las elecciones europeas. Esto ocurrirá si el PP de Galicia roza la mayoría absoluta, pero no la consigue. La horquilla de diputados estaría entre los 36 y 37, a uno o dos de hacerse con la Xunta. Entonces, el bipartito del despilfarro volvería a hacerse con el poder, pero "no sería", según fuentes consultadas, un mal resultado para Alberto Núñez Feijóo.
Ya lo advirtió el propio candidato del PPdeG en una reciente entrevista en "La Mañana" de COPE: "No pervirtamos el lenguaje, ganar unas elecciones es sacar más votos y más escaños. El PP tiene que ganar las elecciones y, además, nuestro objetivo pleno es la mayoría absoluta".
En el País Vasco esta segunda opción se traduciría en un retroceso de dos-tres escaños. Los sondeos internos en manos de Basagoiti, a los que ha tenido acceso Libertad Digital, apuntan a esta dirección. Alcanzarían trece diputados, y los dos restantes pasarían a manos de Unión Progreso y Democracia. Con este panorama, Antonio Basagoiti intentaría ser clave en un futuro gobierno no nacionalista.
El tercero en discordia en este segundo escenario sería Jaime Mayor Oreja. Fuentes consultadas por este periódico creen que Rajoy aguantaría hasta las europeas, cuando se la volvería a jugar apoyándose en el veterano político. Sobre el 7-J, el PP tiene sonadas aspiraciones. Esteban González Pons llegó a plantear la convocatoria de elecciones anticipadas si el eurodiputado vence con contundencia al socialista López Aguilar.
La posible caída de Rajoy
El panorama que podría adelantar la posible caída de Rajoy llega con la tercera opción, que empieza a perder fuelle a favor de la segunda. Fuentes del PP de Galicia reconocen que un fracaso electoral "claro" pasaría porque Núñez Feijóo obtuviera peores resultados que Fraga. El barómetro del CIS apuntó a esta posibilidad. En ese caso, quedaría de manifiesto que la renovación interna impulsada por el candidato y por el propio Rajoy al nombrarlo no habría funcionado. No quieren pensar en un parlamento autonómico con menos de 36 diputados.
Por su parte, para Antonio Basagoiti, el peor escenario pasaría por no alcanzar los doce diputados regionales. Una horquilla de entre 10-11 representantes pondría de manifiesto que no habría logrado reconciliar al electorado popular y las voces críticas, ahora en silencio, volverían a alzar su voz. María San Gil obtuvo 15 diputados autonómicos.
Pero la peor parte, no obstante, se la llevaría Mariano Rajoy, que se podría ver forzado a convocar un congreso nacional extraordinario. Fuentes de Génova consultadas por Libertad Digital no quieren ni oír hablar de esta posibilidad, pero tampoco la descartan. Recuerdan la foto de unidad que el líder del PP consiguió a raíz de la operación contra el partido orquestada por el Gobierno y el PSOE.
En definitiva, tres posibilidades y muy poco margen de maniobra. El próximo domingo los gallegos y vascos decidirán su futuro y también el del principal líder de la oposición.