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Las nada fabulosas aventuras de Bibiana Aído en el Ministerio de Igualdad

Declaraciones polémicas, escandalosas subvenciones...el paso por el Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído sólo puede calificarse de polémico. La ministra más joven de la democracia, que ahora ha visto airada cómo se eliminaba su ministerio, ha tenido un paso polémico por el Gobierno.

La hasta ahora ministra será designada secretaria de Estado de Igualdad en el Departamento de Sanidad y Políticas Sociales que dirigirá Leire Pajín, han informado fuentes del Gobierno. Aído ha aceptado la propuesta de estar al frente de esa secretaría de Estado, de la misma forma que la también hasta ahora ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, ha aceptado ser secretaria de Estado de esta materia en el organigrama de Fomento.

Bibiana Aído, la ministra más joven de la democracia, accedió al cargo desde la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco. Tal y como expuso Pedro de Tena en Libertad Digital. La ya ex ocupante de la cartera de Igualdad estaba vinculada al clan de Alcalá de los Gazules, vital a la hora de explicar los fundamentos del poder de Manuel Chaves en Andalucía.

Es memorable su lamentable tendencia a realizar declaraciones que oscilan entre lo peligroso y lo chocante, y que en ocasiones tuvieron que ser aclaradas o corregidas por el propio Gobierno. Libertad Digital y otros diarios como ABC recopilaron muchas de ellas en más de una ocasión. Entre las últimas, cabe señalar su insistencia a la hora de relativizar la vida humana, lo que levantó polémica al ser la encargada de desarrollar la nueva Ley del Aborto tan promocionada por el Ejecutivo Zapatero.

Lo hizo en múltiples ocasiones. La última, asegurando que "abortar no es acabar con la vida humana" porque "sobre el concepto de ser humano no hay una opinión unánime". Antes, pero en esa misma línea, la ministra aseguraba que "un feto de trece semanas es un ser vivo, pero no es un ser humano", poniendo en el tapete su dudosa capacidad a la hora de interpretar criterios clave en la ley del aborto. La ministra llegó a decir que el aborto sería una "prestación sanitaria" más.

Otra de sus iniciativas punteras, la ley de violencia doméstica, tampoco ha dado los resultados esperados. El número de víctimas no se ha reducido y la torpeza de muchas de las aplicaciones del texto ha derivado hacia que se protejan precisamente "situaciones de abuso" más que a las víctimas, y que se produzcan multitud de denuncias falsas.

Otras causaron menos controversia, pero fueron igualmente representativas. Son famosos ya sus juegos con el lenguaje, que le llevaron a crear de la nada el término "miembras" (la ministra también dijo respecto a la polémica que otros términos como "fistro" no tuvieron tantas dificultades en entrar en la RAE), así como iniciativas ciertamente torpes y de nulo calado e implementación, como los teléfonos contra el maltrato dirigidos a hombres o la biblioteca para estudios de género, que Aído manifestó que sería sólo "por y para" mujeres.

También salió Aido a la palestra por defender uno de los vídeos de UGT para promocionar la huelga general y que, entre otras cosas, ridiculizaba a los empresarios. Aído consideró que uno de ellos no era sexista sino satírico. Otras conductas de la ministra también levantaron polvareda por estar vinculadas precisamente a las actividades de su ministerio, como la tardanza en reaccionar frente a los ataques de Marruecos a agentes de Policía españolas en la frontera.

Otra de sus recientes polémicas fue la relativa a la colocación en un importante puesto como delegado de la Junta en Madrid de su novio, Julián Martínez García, en una sospechosa cadena de favores compartida por Gaspar Zarrias. La esposa del secretario de Estado accedió a un importante cargo como técnica en Gestiones Culturales del Instituto de la Mujer, dependiente de Igualdad, mediante fórmulas desconocidas.

En otra ocasión más lejana en el tiempo, la ministra arremetió en su blog contra el PP equiparando los asesinatos de ETA con la violencia doméstica, tal y como denunció Libertad Digital.

Las noticias acerca de las polémicas subvenciones derrochadas por su ministerio destinadas a determinados lobbys han sido constantes. Desde esos 845.000 euros que destinó a "estudios feministas", o esos 1.220.000 euros en estudios de arqueología y género, por no mencionar estudios universitarios y tesis dedicadas al amor y la violencia doméstica, en los que se llegaba a calificar a la institución familiar como un "lastre" para el desarrollo profesional de la mujer.

Así, "Estudio de las relaciones entre el amor romántico y la violencia de género" y otros del mismo corte, hacían gala de un vocabulario cuando menos dudoso. Muchos de ellos iban dirigidos a "destruir el androcentrismo", como indicaba uno de los textos financiados por el Ministerio.

Sin embargo, la más notoria ha sido la de 26.000 euros, destinados a elaborar un mapa de excitación sexual del clítoris femenino.

Son sólo algunos de los ejemplos del paso por el Gobierno de Bibiana Aido. Hubo más, pero para muestra, un botón.

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