L D (EFE) Este miércoels se celebraba un pleno extraordinario, en el que todos los partidos apoyaron por unanimidad un texto que ratifica el compromiso del Consistorio con la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la asamblea de ONU el 10 de diciembre de 1948. Cuando el alcalde Odón Elorza levantó la sesión, unas 15 personas del colectivo de familiares de presos de ETA Etxerat que asistían al pleno, se pusieron en pie y exhibieron carteles con frases como "La dispersión mata" y otros en los que se reivindicaba el acercamiento de los reclusos al País Vasco.
En ese momento, el representante de Etxerat Agustín Rodríguez pidió la palabra al alcalde y, aunque éste se la denegó, procedió a leer un texto en el que se criticaba la pasividad de la corporación donostiarra ante la vulneración de los derechos de los presos. Nadie le impidió que terminara de leer. Los concejales de PNV-EA, EB/IU y algunos socialistas, entre ellos el propio alcalde, permanecieron en el salón de plenos y, al término de la lectura del texto de Etxerat, Odón Elorza respondió al representante de dicho colectivo que "la defensa coherente de los derechos humanos exige sin ninguna duda también la denuncia de los asesinatos y la defensa de la vida de todo el mundo".
La representante del PP, María San Gil, puso de relieve por su parte que no era "el día ni el momento para este tipo de intervenciones" y explicó la salida de los ediles populares porque "había familiares de víctimas del terrorismo que se han sentido gravemente ofendidas". San Gil criticó por ello la "escasa firmeza democrática" y la "gran falta de sensibilidad" del alcalde por permanecer en la sala, lo que, a su juicio, "ha ido en detrimento de la libertad de quienes han padecido el azote del terrorismo".
En ese momento, el representante de Etxerat Agustín Rodríguez pidió la palabra al alcalde y, aunque éste se la denegó, procedió a leer un texto en el que se criticaba la pasividad de la corporación donostiarra ante la vulneración de los derechos de los presos. Nadie le impidió que terminara de leer. Los concejales de PNV-EA, EB/IU y algunos socialistas, entre ellos el propio alcalde, permanecieron en el salón de plenos y, al término de la lectura del texto de Etxerat, Odón Elorza respondió al representante de dicho colectivo que "la defensa coherente de los derechos humanos exige sin ninguna duda también la denuncia de los asesinatos y la defensa de la vida de todo el mundo".
La representante del PP, María San Gil, puso de relieve por su parte que no era "el día ni el momento para este tipo de intervenciones" y explicó la salida de los ediles populares porque "había familiares de víctimas del terrorismo que se han sentido gravemente ofendidas". San Gil criticó por ello la "escasa firmeza democrática" y la "gran falta de sensibilidad" del alcalde por permanecer en la sala, lo que, a su juicio, "ha ido en detrimento de la libertad de quienes han padecido el azote del terrorismo".