(Libertad Digital) La iniciativa se puso en marcha de manera oficiosa el pasado viernes. Desde entonces se están recogiendo adhesiones en la página web del PP. En declaraciones a La razón, el secretario general de los populares, Ángel Acebes, ha confirmado que en las primeras 24 horas recibieron 65.000 firmas. Desde la página los populares animan a colaborar en esta tarea facilitándoles el texto de la proposición y una plantilla para acumular rúbricas. Esas plantillas, especifican, deben ser entregadas una vez cumplimentadas en la sedes regionales del partido o ser remitidas por correo a la sede central de Madrid:
"El Partido Popular le invita a pedir al Presidente del Gobierno que someta a referéndum de todos los españoles la siguiente consulta: ¿Considera conveniente que España siga siendo una única Nación en la que todos sus ciudadanos sean iguales en derechos, obligaciones, así como en el acceso a las prestaciones públicas?".
Con este texto como reclamo y bajo el lema "Todos tenemos derecho a opinar", el principal partido de la oposición facilita a los internautas la posibilidad de que firmen y dejen su número de documento nacional de identidad en su página de Internet. Advierten de que, con ese gesto, autoriza "de acuerdo con la Ley" la remisión de su rúbrica al Congreso de los Diputados.
Será el martes cuando la campaña de recogida de firmas se abra de forma oficial. Lo hará el presidente del PP en Cádiz. Con este gesto, mariano Rajoy se pone a la cabeza de una iniciativa en la que se van a implicar el resto de dirigentes del partido, diputados y senadores. Las firmas acumuladas servirán para acompañar una proposición no de ley orientada a solicitar al Gobierno un referéndum en todo el país sobre el Estatuto de Cataluña.
El texto de la iniciativa ha sido redactado por los secretarios ejecutivos de las área de política autonómica y justicia, Soraya Sáenz de Santamaría e Ignacio Astarloa. Según explicaron desde el partido a Europa Press, se ha buscado un documento "medido" que sea capaz de recabar igualmente el respaldo de simpatizantes del PP y del PSOE que no compartan el espíritu de la reforma estatutaria.