La voluntad de diálogo de Griñán: de 550 enmiendas del PP a los presupuestos, ni una

Aunque fuera para blandirla como bandera de la tolerancia y el diálogo. Ni por esas. Ninguna de las 550 enmiendas del PP a las cuentas fueron admisibles para un PSOE que ve cómo se mueve el suelo electoral bajo sus pies y resulta incapaz de moverse. De las 800 enmiendas de IU, el PSOE aceptó 13.

Mientras que Carmen Martínez Aguato decía que las enmiendas del PP o eran imposibles o eran costosas o eran inútiles, aceptó de IU una para dotar con 30.000 euros más a la recuperación de la memoria histórica o 300.000 para un plan director del uso de la bicicleta en Andalucía. Naturalmente, Antonio Sanz, secretario general del PP, lamentó la actitud de «soberbia y prepotencia» del Gobierno andaluz y del PSOE-A al no aceptar «la mano tendida» del PP-A «que pretendía mejorar un mal presupuesto que generará más crisis, más paro, más impuestos y menos inversión».

Las cuentas públicas del Gobierno andaluz para 2011 ascienden a 31.682,2 millones y se basan en un crecimiento del PIB del 1,3 por ciento.

Griñán da marcha atrás y vuelve al esquema de Chaves

En su primer presupuesto, el de 2010 aún corriente, Griñán apostó por una postura más flexible y abierta con la oposición. De hecho, tanto IU como PP pudieron retocar, si bien es cierto que en una medida inapreciable, las cuentas de Andalucía. Con la actitud exhibida este año, Griñán se enroca en una posición defensiva y despreciativa con una oposición que, de seguir las cosas como va, podría obtener incluso la mayoría absoluta en las próximas elecciones.

En el caso de IU, sus trece enmiendas de sólo suponen un importe total de 2,7 millones de euros. Téngase presente que el total de los Presupuestos andaluces para 2011 se cuantifican en 31.682 millones, un 6,1% inferior al de 2010 y 1.727 millones de euros menos, lo que supone un ajuste en la cuentas públicas. De hecho, la inversión directa cae un 25% los Presupuestos.

Eso sí, los presupuestos andaluces para el año próximo sí van a significar una importante subida de impuestos para una de las comunidades más castigadas por la crisis, con 1.300.000 parados y el mayor índice de pobreza de España si exceptuamos a Extremadura. 

La Junta subirá el tramo autonómico del IRPF, haciendo recaer el peso de la crisis aún más sobre los trabajadores asalariados y establecerá una tasa para las bolsas de plástico, un impuesto indirecto que afectará, como es natural, a los más desfavorecidos. Eso sí, inventan un impuesto sobre los depósitos bancarios cuyo recorrido se presume muy corto por cuanto es el propio gobierno socialista vía Manuel Chaves el que lo ha denunciado y lo ha llevado ante el Tribunal Constitucional.