El reportaje, emitido en el canal estatal Venezolana de televisión (VTV), pretende lavar la cara a los etarras que viven en el país caribeño al amparo de Hugo Chávez y lo hace mediante una entrevista a Xabier Arruti Imaz. El etarra, que lleva viviendo en Venezuela desde 1981, afirma que "no hay familia en el País Vasco" que se haya librado de que alguno de sus miembros "haya sido detenido y estigmatizado como etarra". A él, se refieren en todo momento como "refugiado" o "disidente vasco".
Dice Arruti que los etarras residentes en Venezuela no son "nada" y que están siendo "utilizados" contra el Gobierno de Chávez. Arruti también desmiente las informaciones sobre Arturo Cubillas y su entrenamiento a etarras: "Se está hablando de campos de entrenamiento, con tupamaros, la izquierda chilena, las FARC... eso es una locura".
"Aquí nosotros no somos nada, lo que quieren es involucrar al Gobierno de Chávez y criminalizarlo para mantener toda una política de ruptura de relaciones internacionales con Venezuela", insiste. Pero lo más sangrante llega cuando se exhiben fotos de otro etarra, Unai Romano, para ilustrar las supuestas torturas ejercidas contra los terroristas. Su denuncia fue desestimada en 2005. La periodista da por hecho que esas torturas existieron y también se queja de las "visitas" de fuerzas de seguridad españolas a los miembros de ETA que viven en Venezuela. Son "ciudadanos venezolanos", explica.