L D (EFE) Un educador de la prisión de Albolote (Granada) permitió usar la piscina del centro a catorce presos de ETA y no a otros internos del régimen de aislamiento para evitar que la mezcla pudiera causar problemas y porque los reclusos etarras son menos violentos que otros. Así lo ha explicado el director del centro penitenciario, Naúm Alvarez, tras ser preguntado por el hecho de que se permitiera, el 11 de julio, usar la piscina sólo a etarras y no a presos comunes, como ha adelantado el periódico "El Mundo".
Alvarez aseguró que la dirección del centro nunca pretendió establecer una salida "privilegiada para etarras" y explicó que él autorizó la salida a la piscina de no más de veinte presos del módulo de aislamiento. Fue el educador el que decidió "tachar" el nombre de los reclusos comunes y permitir la salida sólo a los catorce etarras que se encuentran recluidos en Granada, once hombres y tres mujeres, señaló.
El director de la cárcel calificó lo sucedido de "error administrativo" y aseguró que cuando conoció lo sucedido no le dio "la mayor importancia" porque, aseguró, lo grave habría sido que hubiese habido intención de privilegiar a un grupo determinado, algo que no ocurrió. "Hice unas indagaciones, vi de donde provenía el error y vi que no había ninguna mala intención en esa orden, lo que hizo que decidiera no seguir adelante", apuntó Alvarez.
Alvarez aseguró que la dirección del centro nunca pretendió establecer una salida "privilegiada para etarras" y explicó que él autorizó la salida a la piscina de no más de veinte presos del módulo de aislamiento. Fue el educador el que decidió "tachar" el nombre de los reclusos comunes y permitir la salida sólo a los catorce etarras que se encuentran recluidos en Granada, once hombres y tres mujeres, señaló.
El director de la cárcel calificó lo sucedido de "error administrativo" y aseguró que cuando conoció lo sucedido no le dio "la mayor importancia" porque, aseguró, lo grave habría sido que hubiese habido intención de privilegiar a un grupo determinado, algo que no ocurrió. "Hice unas indagaciones, vi de donde provenía el error y vi que no había ninguna mala intención en esa orden, lo que hizo que decidiera no seguir adelante", apuntó Alvarez.
Los etarras "no crean problemas y suelen comportarse bien"
Señaló que la idea de su orden era que pudieran salir juntos hombres y mujeres del módulo de aislamiento con la condición de que no hubiera "problemas" al mezclar a determinados reclusos. Por ello, explicó, el educador seleccionó sólo a los presos de ETA, unos internos que "no crean problemas y que suelen comportarse bien", dijo Alvarez, quien apuntó que en la lista "general" que él confeccionó sólo excluyó a presos que tienen problemas entre sí.
Aseguró que, en el caso de internos no violentos, la normativa no limita el número de presos que pueden participar en actividades como ir a la piscina y subrayó que en ese supuesto las salidas sólo dependen de la "conducta penitenciaria". "Dentro de la prisión, los etarras no son violentos y no hay problemas de régimen interno con ellos", apuntó Alvarez, quien aseguró que tampoco está prohibido que salgan juntos hombres y mujeres, hasta el punto que el reglamento permite la existencia de departamentos mixtos, lo que ya ocurre en Aranjuez.
Preguntado por si considera que pudo existir alguna infracción, Alvarez puntualizó que él no puede ser juez y dijo que, en su momento, consideró que el error no era lo "suficientemente grave" cómo para tomar medidas. En su opinión, se trató de un "error hecho con buena fue", ya que la idea del educador era que no hubiera ninguna incidencia en la piscina al mezclar los internos, y explicó que, a su juicio, el único problema es que se haya "malentendido" que se quiso privilegiar a los etarras.
Señaló que la idea de su orden era que pudieran salir juntos hombres y mujeres del módulo de aislamiento con la condición de que no hubiera "problemas" al mezclar a determinados reclusos. Por ello, explicó, el educador seleccionó sólo a los presos de ETA, unos internos que "no crean problemas y que suelen comportarse bien", dijo Alvarez, quien apuntó que en la lista "general" que él confeccionó sólo excluyó a presos que tienen problemas entre sí.
Aseguró que, en el caso de internos no violentos, la normativa no limita el número de presos que pueden participar en actividades como ir a la piscina y subrayó que en ese supuesto las salidas sólo dependen de la "conducta penitenciaria". "Dentro de la prisión, los etarras no son violentos y no hay problemas de régimen interno con ellos", apuntó Alvarez, quien aseguró que tampoco está prohibido que salgan juntos hombres y mujeres, hasta el punto que el reglamento permite la existencia de departamentos mixtos, lo que ya ocurre en Aranjuez.
Preguntado por si considera que pudo existir alguna infracción, Alvarez puntualizó que él no puede ser juez y dijo que, en su momento, consideró que el error no era lo "suficientemente grave" cómo para tomar medidas. En su opinión, se trató de un "error hecho con buena fue", ya que la idea del educador era que no hubiera ninguna incidencia en la piscina al mezclar los internos, y explicó que, a su juicio, el único problema es que se haya "malentendido" que se quiso privilegiar a los etarras.