La Policía investiga la participación de los detenidos en el atentado de la T-4
Los tres detenidos este jueves en el sur de Francia podrían estar relacionados, según la Policía, con los dos actos más relevantes del terrorismo etarra de los últimos meses: El atentado mortal en la T-4 y el robo de pistolas. Según Rubalcaba, forman parte del "aparato militar", es decir, los pistoleros.
L D (Agencias) Encuadrados en el "aparato militar" de ETA, los etarras arrestados combinarían su labor con la formación de otros terroristas. De hecho, se conoce el ascendente de Areitio en la formación de los "nuevos etarras" desde principios de 2006, cuando su compinche en estas funciones Iñigo Ripoll fue detenido en Francia.
Los grupos de ETA están coordinados por Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki. Los grupos no superarían el medio centenar de militantes, cuidadosamente seleccionados para evitar infiltraciones policiales, constituiría el núcleo de la 'nueva ETA', al que pertenecerían Areitio y los otros dos detenidos hoy, Aitor Lorente e Igor Igartua.
El mes pasado, las Fuerzas de Seguridad interceptaron en el País Vasco un vídeo propagandístico de ETA en el que aparecía un grupo de encapuchados realizando tareas de aleccionamiento y entrenamiento en actividades terroristas, tales como explosiones de coches-bomba, atentados de tiro en la nuca o grabación de vídeo-comunicados, al tiempo que voces 'en off' llamaban a ejercer su "compromiso" con Euskal Herria a los proetarras. Entre ellos, había una mujer que, según las sospechas policiales, podría tratarse de Alaitz Areitio demostrando su actividad dentro de la estructura de formación de terroristas.
Además, los investigadores sospechan que Areitio es la mujer a los que la familia dueña de la empresa Sidam describió como la jefa del grupo que secuestró a parte de la misma y asaltó la sede de la compañía en la madrugada del 20 de febrero, obteniendo un botín de 350 armas cortas, piezas para montar otras y abundante munición. Areitio ha desempeñado todo tipo de funciones en ETA. Como no fichada era responsable de captar a los nuevos terroristas de la banda en Vizcaya, hasta que en 2003 logró huir de una operación policial. Aquel operativo partió de la documentación incautada semanas antes de Ibon Fernández Iradi, 'Susper', quien en sus papeles la señalaba como 'Arrano', en español, 'Águila'.
El 28 de octubre de 2004, Alaitz Areitio volvió a escapar de la policía. En esa ocasión, a tiros. Viajaba en un coche robado con otra etarra y se saltó un control de carretera de la Gendarmería. Su 'compañera', Maite Juarros, fue detenida.
Las investigaciones desarrolladas por la Comisaría General de Información apuntan a que ese grupo especial, que podría estar formado hasta por ocho terroristas, fue el encargado de ejecutar el atentado del 30 de diciembre en el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas. En esa acción participó un número indeterminado de terroristas, ya que 72 horas antes, tres de ellos secuestraron a un joven que acampaba en el monte francés y le robaron la furgoneta. Tres etarras le custodiaron día y noche hasta que se cometió el atentado y otros dos acudieron con otro vehículo y se llevaron la furgoneta del joven. A este mínimo de cinco etarras hay que sumar el encargado o encargados de montar la bomba en el vehículo y alguno más que hubiera entrado a participar para el traslado del coche-bomba a Madrid.
Este modo de actuar sorprendió a los investigadores, acostumbrados a que ETA robe un coche en Francia y le coloque placas falsas de matrícula con la numeración de otro vehículo para no levantar las sospechas de la Policía. En esa ocasión, no le fue necesario porque retuvieron al dueño hasta que se produjo la explosión en Barajas. Esa extrañeza por el 'modus operandi' fue la misma que asaltó a los agentes en los momentos siguientes al robo de las pistolas e hizo pensar en un principio en profesionales del crimen organizado.
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