LD (Europa Press) Además, han sido halladas tres pistolas, todas ellas del calibre 9 milímetros. Dos de ellas son de la marca Browning y una tercera de Smith & Wesson. De ésta última se coteja en los archivos policiales por si fuera una de las alrededor de 350 que de esta marca y calibre robó ETA en una empresa de Vauvert en octubre de 2006. Los agentes franceses han hallado igualmente algunos juegos de matrículas francesas falsas y herramientas para colocarlas en los vehículos, precisaron las fuentes consultadas.
El etarra que alquiló la bajera es José Antonio Araníbar, jefe de operaciones especiales de la banda hasta su detención el pasado 2 de julio, según informaron a Europa Press fuentes próximas a la investigación. El arsenal hallado en Biarritz tenía por objeto que Araníbar se lo entregase a una cuadrilla de etarras para atentar en España. La identificación del terrorista se produjo gracias al reconocimiento fotográfico que del mismo hicieron el dueño de la bajera y distintas investigaciones abiertas por la policía francesa. Araníbar entregó el 2 de julio pasado una furgoneta cargada de explosivos a los 'liberados' Ekaitz Rodríguez y Ángel Cardeño. La operación de la Guardia Civil que permitió detener a los tres terroristas evitó un inminente atentado que se iba a cometer posiblemente en Navarra durante la celebración del debate sobre el estado de la Nación.
Según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el operativo del instituto armado evitó muertes ya que el tipo de explosivo con el que iba cargada la furgoneta hacen pensar que los etarras iban a atentar contra alguien en concreto. Araníbar, era un alto responsable de ETA vinculado a tareas de aprovisionamiento de material explosivo y armas a grupos de asesinos etarras. Cuando el Ministerio del Interior lo calificó de jefe de operaciones especiales para atentados de ETA en el interior de España se vinculó su nombre a la preparación del atentado que costó la vida a dos personas en el aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre de 2006.
Los Servicios de Información españoles creen que la bajera de Biarritz albergaba la "dotación" para un grupo de la organización terrorista ETA, probablemente para uno de los desarticulados en los últimos meses. Las dos bombas-lapa, los más de 100 kilos de cloratita en bidones y las tres pistolas encontrados en su interior invitan a pensar que ese material ya había pasado por las manos de la logística de la banda y su próximo destinatario eran los etarras que iban a utilizarlo en un atentado.
La Policía francesa ha pasado la tarde interrogando al dueño de la bajera y mostrándole fotos de etarras para identificar al hombre que a finales de enero acudió a él para alquilarle el local y pagarle por adelantado seis meses.
Desde la ruptura formal del alto el fuego por parte de ETA dos han sido las operaciones policiales en suelo francés que han conducido a la desarticulación de grupos de etarras listos para adentrarse en territorio español para atentar. La primera, pocas horas después del comunicado de ruptura de ETA, cuando la policía francesa detuvo en un Arbes, en el departamento de Altos Pirineos –fronterizo con el de Pirineos Atlánticos, donde se ubica Biarritz– a Alaitz Areitio y otros dos presuntos etarras con instrucciones para introducirse en España.
La segunda operación tuvo como resultado la detención del presunto jefe de operaciones especiales de ETA, José Antonio Aranibar, que acababa de entregar una furgoneta cargada de explosivos a Ekaitz Aguirre, 'Ehun', y a Aingeru Cardeño, quienes, según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se dirigían a Navarra con el objeto de atentar durante el pasado Debate sobre el Estado de la Nación.
En todo caso, los más de 100 kilos de cloratita –ya confeccionada a partir del clorato potásico–, las dos bombas-lapas, también listas para utilizar en un atentado, los cinco kilos de pentrita y las tres pistolas habrían pasado ya al grupo que se encarga del aprovisionamiento directo de los terroristas. El hecho de que el la cloratita se encuentre en mal estado no es determinante para conocer en qué fechas los etarras dejaron de asistir a la bajera ya que, según especialistas en desactivación de explosivos consultados por Europa Press, son determinantes el sellado de los bidones y la humedad del local, pudiendo durar de meses hasta unos pocos días en buen estado.