( Libertad Digital ) El vehículo se interceptó con un control móvil que suelen instalar los agentes de los servicios aduaneros franceses desde que fueron suprimidas las inspecciones en las fronteras. Los dos etarras intentaron eludir el control, lo que provocó una breve persecución, tras la que fueron interceptados y detenidos, momento en el gritaron "etarras, etarras".
El lugar donde se produjeron las detenciones está situado en las cercanías de Cognac, a unos cien kilómetros al norte de Burdeos y según la Policía francesa tenían la intención de entregar este mismo martes el material explosivo y el armamento con el objetivo de perpetrar atentados en España.
El lugar donde se produjeron las detenciones está situado en las cercanías de Cognac, a unos cien kilómetros al norte de Burdeos y según la Policía francesa tenían la intención de entregar este mismo martes el material explosivo y el armamento con el objetivo de perpetrar atentados en España.
En la furgoneta robada en la que viajaban había 32 kilogramos de amonal, seis de pólvora, varias granadas, nueve detonadores, una ametralladora, dos tubos lanzagranadas y cuatro cajas de cartuchos, por lo que se procedió al arresto de los dos ocupantes del vehículo, que iban armados con sendas pistolas automáticas. Los detenidos fueron puestos a disposición de la Policía Judicial, que se ha hecho cargo de las investigaciones. En el momento de su arresto, los dos detenidos dijeron pertenecer a ETA.
Tras el cotejo de las huellas dactilares, queda confirmado que uno de los dos etarras es Ibon Elorrieta Sanz, condenado en rebeldía a cinco años de prisión por un tribunal francés en enero del pasado año.
Su nombre figuraba en la abundante documentación incautada en la operación policial practicada en septiembre de 2000 que supuso un duro golpe a ETA, ya que dejó inoperantes a los encargados de la logística y se localizaron varios refugios y talleres de fabricación o almacenamiento de artefactos explosivos y de falsificación de documentos.
El otro detenido es Luis Enrique Garate Galarza alias "Zorro", huido desde 1983, al que se le relaciona con el asesinato del coronel de Artillería José Antonio Picatoste, en Villarreal (Álava) el 18 de agosto de 1986. Además, a Gárate se le atribuye su participación en el secuestro del industrial alavés Lucio Aguinagalde en octubre de 1986, a quien los terroristas mantuvieron oculto en una cueva en un monte vizcaíno hasta el 2 de noviembre del mismo año, cuando fue liberado.
Según la agencia EFE, Gárate se integró en un grupo en 1983 al que las fuerzas de seguridad atribuyen los asesinatos de los civiles Ramiro Salazar y Jose Antonio Julián Bayano, en Vitoria el 23 julio y 26 noviembre de ese mismo año, respectivamente.
Según la agencia EFE, Gárate se integró en un grupo en 1983 al que las fuerzas de seguridad atribuyen los asesinatos de los civiles Ramiro Salazar y Jose Antonio Julián Bayano, en Vitoria el 23 julio y 26 noviembre de ese mismo año, respectivamente.
Alegría en el Gobierno
El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha expresado su satisfacción por la detención los dos etarras con material explosivo que iban a "asesinar" en España y dijo que lo incautado es "mucho e importante". Aznar, en su intervención en el acto que presidió en Calatayud en la Academia de Logística del Ejército, añadió que "una vez más, la profesionalidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España y Francia ha determinado que eso haya sido impedido". "Me alegro mucho de que esas personas estén detenidas, me alegraré más cuando sean puestas a disposición de los jueces y cuando cumplan íntegramente sus penas y me alegro mucho de que todo lo que se ha incautado, que ha sido mucho y muy importante, lo tengamos para que nadie pueda cometer esos crímenes y asesinatos", añadió Aznar.
Por su parte, el ministro del Interior, Ángel Acebes, defendió la senda de las detenciones "frente a algunos que hablan de tregua y que se sientan a negociar con los que llevaban explosivos". Desveló además que su misión era conseguir material para suministrarlo a grupos de la banda terrorista para la realización de atentados. "El Estado de Derecho avanza y ETA retrocede", aseguró Acebes, que recordó que cuando se producen detenciones de etarras "somos más libres", ya que se evitan nuevos atentados.