Las detenciones se han repartido entre las tres provincias vascas, Navarra y Cataluña, donde se encontraba de paso uno de los acusados de tratar de recomponer la organización juvenil. También la Policía ha iniciado esta madrugada registros en una vivienda en Bilbao y en dos domicilios en las localidades vizcaínas de Galdakano y Portugalete en el marco de la operación desplegada contra Segi, la cantera de ETA.
En concreto, en el domicilio registrado en Galdakano, en el número 8 de la calle Zalbinea, los agentes entraron en presencia de uno de los cerca de veinte detenidos en el macroperativo, el segundo gran golpe al frente juvenil de ETA en menos de un año. En torno a las 4.45 horas la Policía abandonaba el lugar con varias cajas de documentación. A la salida, varios simpatizantes del arrestado profirieron gritos de apoyo.
Por su parte, desde las 3.30 horas la Policía iniciaba otro registro en el número 1 de la calle Poeta Larrañaga de Portugalete (Vizcaya), donde se ha producido otra de las detenciones.
La operación está dirigida por el juez Central de Instrucción número Tres de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska, y en el marco de las diligencias se esperan decenas de registros que puedan aportar extensa documentación sobre la organización, sus fines y estructuras.
Estos registros no se van a limitar tan sólo a los domicilios de los arrestados, sino que el magistrado también ha firmado órdenes de entrada y registro en lonjas, bajeras, gaztexes y otros lugares habituales de reunión de los miembros de Segi.
Segi, ilegalizado en 2007 por formar parte de las estructuras de ETA, está considerada por las fuerzas de seguridad el paso previo a integrar la filas de la banda terroristas. Tras la última operación se dio por desarticulado este frente etarra, pero en los últimos meses la Policía había detectado una reorganización de sus estructuras y habían comenzado a dinamizar a otras organizaciones juveniles del entorno de la izquierda abertzale.
A algunos de los detenidos se les vincula con actos de terrorismo callejero en un momento en el que también se ha experimentado un ligero repunte de sus acciones. Sólo en el mes de agosto se quemaron unos sesenta contenedores en plena calle, dos camiones y se atacó una oficina de Correos en Zalla y un domicilio en Bilbao.
De hecho, el último acto se produjo en la madrugada del pasado miércoles cuando radicales lanzaron un cóctel molotov contra un cajero automático en la localidad guipuzcoana de Rentería. A todos los arrestados se les acusa de recomponer la organización juvenil participando en reuniones orgánicas, en concentraciones o en la realización de pintadas callejeras.