L D El diario El Mundo adelanta en su segunda edición de este martes que, tras un debate que se prolongó a lo largo de todo este lunes, finalmente la nueva Sala de la Discordia acordó, por cinco votos a favor y dos en contra, admitir las querellas que la Fiscalía y la plataforma Manos Limpias presentaron contra Juan María Atutxa, Gorka Knorr y Conchi Bilbao por negarse a cumplir la orden del Supremo de disolver Socialistas Abertzales. Aunque no ha trascendido el nombre de los magistrados que se han opuesto, es previsible que sea el presidente del TSJPV, Manuel Zorrilla y la jueza Nekane Bolado. Ambos formaban parte de la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJPV y ya votaron en ese sentido. Sin embargo, hubo un empate, lo que obligó a Zorrilla a nombrar una Sala de la Discordia.
Con la designación de los magistrados que debían resolver el empate llegó la polémica. La Fiscalía general recurrió esos nombramientos porque entendía que no estaban sujetos al orden que establece la ley y acusaba a Zorrilla de colocar a miembros afines del PNV para salvar a Atutxa de la querella. Ante este recurso, el Poder Judicial se tuvo que pronunciar. En un primer momento ordenó la suspensión cautelar de la Sala. Posteriormente, el órgano de gobierno de los jueces resolvió que Zorrilla debía designar a nuevos magistrados para la Sala de la Discordia y que debía hacerlo con objetividad y respetando los turnos.
Tras esta decisión, la Sala de la Discordia quedó compuesta por Roberto Sáiz, Antonio García, Fernando Torremocha, Isidoro Álvarez, Nekane Bolado y Agustín Hernández, además del propio Zorrilla.
Con la designación de los magistrados que debían resolver el empate llegó la polémica. La Fiscalía general recurrió esos nombramientos porque entendía que no estaban sujetos al orden que establece la ley y acusaba a Zorrilla de colocar a miembros afines del PNV para salvar a Atutxa de la querella. Ante este recurso, el Poder Judicial se tuvo que pronunciar. En un primer momento ordenó la suspensión cautelar de la Sala. Posteriormente, el órgano de gobierno de los jueces resolvió que Zorrilla debía designar a nuevos magistrados para la Sala de la Discordia y que debía hacerlo con objetividad y respetando los turnos.
Tras esta decisión, la Sala de la Discordia quedó compuesta por Roberto Sáiz, Antonio García, Fernando Torremocha, Isidoro Álvarez, Nekane Bolado y Agustín Hernández, además del propio Zorrilla.