L D (EFE) La madre de la última víctima de ETA, el jefe de la Policía Municipal de Andoain (Guipúzcoa) Joseba Pagaza, compareció este jueves en una conferencia de prensa junto a su hija, la concejal socialista en Urnieta Maite Pagazaurtundua, la viuda del agente asesinado, Estíbaliz Garmendia, y el secretario general del PSE de Guipúzcoa, Manuel Huertas, para responder a las palabras de Arzalluz, que descalificó el lunes las opiniones expresadas la semana pasada por la familia de la víctima. El pasado 27 de febrero, la familia Pagazaurtundua ofreció una conferencia de prensa en la que hizo públicas dos cartas escritas por la víctima dirigidas al consejero de Interior, Javier Balza, y en la que Pilar Ruiz leyó un breve texto crítico con el Gobierno Vasco y algunos dirigentes del PNV.
Arzalluz dijo posteriormente que en el texto "que le hicieron leer" a "la pobre mujer" había "una intención electoral", ya que en él no se mencionaba a ETA y se criticaba a varios dirigentes nacionalistas. Arropada por numerosos cargos del PSE, como su presidente, Jesús Eguiguren, el secretario de Organización, Rodolfo Ares, el vicesecretario general de Guipúzcoa, Miguel Buen, y numerosos ediles de localidades como Andoain, Ordizia y Zumárraga, Pilar Ruiz volvió a leer este jueves el mismo texto de la semana pasada, en el que afirmaba que su hijo "no volvió a Andoain por capricho", y concluyó con las palabras en euskera "no tenéis vergüenza ni temor de Dios". "Reto a Arzalluz a que en la televisión que quiera y como quiera me diga a mí cara a cara que me preparan las cosas que voy a decir, porque todavía no ha nacido el que a mí me impida decir lo que tengo ganas de decir", afirmó.
Por su parte, Maite Pagazaurtundua afirmó que la familia se ha limitado a decir lo que piensa desde que en 1998 los partidos nacionalistas vascos e IU suscribieron el Pacto de Estella: "El pacto secreto con ETA nos desamparó y nos desampara, porque sus secuelas continúan", dijo. A continuación, leyó el punto tres de dicho acuerdo, en el que el PNV se comprometió a "abandonar todos los acuerdos" con el PSE y el PP. "Desde que ETA rompió la tregua todos nosotros tenemos sentencia de muerte, esto es desamparo", opinó la edil socialista, tras lo que pidió "amparo a los ciudadanos de bien, nacionalistas y no nacionalistas, porque ni Arzalluz ni Ibarretxe nos lo han de dar". Maite Pagaza calificó de "gran mentira" las palabras de Arzalluz y resaltó que tanto el presidente del PNV como el Gobierno vasco "eluden el fondo" de los mensajes lanzados por la familia, "como el desamparo y la negligencia política o la no comunicación de que Joseba se encontraba en los papeles del 'comando Buruntza'".
"El Gobierno calla sobre el fondo de nuestros mensajes, no se ha puesto en contacto con nosotros para conocer los datos que tenemos al respecto e investigar", dijo Pagazaurtundua, quien denunció que "existe una doble vara de medir los testimonios en Euskadi". Consideró que Arzalluz "salió a la palestra" para lanzar contra la familia Pagaza "la culpa y la mentira" y "para sembrar la sospecha". Por su parte, Manuel Huertas expresó el "apoyo total" del PSE a la familia Pagazaurtundua y dijo que existen "otras evidencias de pacto de no agresión entre el nacionalismo y Batasuna y ETA", como la negativa a apoyar una moción de censura contra el alcalde de Andoain y el rechazo a una texto presentado por el PSE en los ayuntamientos, en el que se insta a que, "por encima de sus ideologías e intereses, su objetivo prioritario sea la lucha contra ETA".
Arzalluz dijo posteriormente que en el texto "que le hicieron leer" a "la pobre mujer" había "una intención electoral", ya que en él no se mencionaba a ETA y se criticaba a varios dirigentes nacionalistas. Arropada por numerosos cargos del PSE, como su presidente, Jesús Eguiguren, el secretario de Organización, Rodolfo Ares, el vicesecretario general de Guipúzcoa, Miguel Buen, y numerosos ediles de localidades como Andoain, Ordizia y Zumárraga, Pilar Ruiz volvió a leer este jueves el mismo texto de la semana pasada, en el que afirmaba que su hijo "no volvió a Andoain por capricho", y concluyó con las palabras en euskera "no tenéis vergüenza ni temor de Dios". "Reto a Arzalluz a que en la televisión que quiera y como quiera me diga a mí cara a cara que me preparan las cosas que voy a decir, porque todavía no ha nacido el que a mí me impida decir lo que tengo ganas de decir", afirmó.
Por su parte, Maite Pagazaurtundua afirmó que la familia se ha limitado a decir lo que piensa desde que en 1998 los partidos nacionalistas vascos e IU suscribieron el Pacto de Estella: "El pacto secreto con ETA nos desamparó y nos desampara, porque sus secuelas continúan", dijo. A continuación, leyó el punto tres de dicho acuerdo, en el que el PNV se comprometió a "abandonar todos los acuerdos" con el PSE y el PP. "Desde que ETA rompió la tregua todos nosotros tenemos sentencia de muerte, esto es desamparo", opinó la edil socialista, tras lo que pidió "amparo a los ciudadanos de bien, nacionalistas y no nacionalistas, porque ni Arzalluz ni Ibarretxe nos lo han de dar". Maite Pagaza calificó de "gran mentira" las palabras de Arzalluz y resaltó que tanto el presidente del PNV como el Gobierno vasco "eluden el fondo" de los mensajes lanzados por la familia, "como el desamparo y la negligencia política o la no comunicación de que Joseba se encontraba en los papeles del 'comando Buruntza'".
"El Gobierno calla sobre el fondo de nuestros mensajes, no se ha puesto en contacto con nosotros para conocer los datos que tenemos al respecto e investigar", dijo Pagazaurtundua, quien denunció que "existe una doble vara de medir los testimonios en Euskadi". Consideró que Arzalluz "salió a la palestra" para lanzar contra la familia Pagaza "la culpa y la mentira" y "para sembrar la sospecha". Por su parte, Manuel Huertas expresó el "apoyo total" del PSE a la familia Pagazaurtundua y dijo que existen "otras evidencias de pacto de no agresión entre el nacionalismo y Batasuna y ETA", como la negativa a apoyar una moción de censura contra el alcalde de Andoain y el rechazo a una texto presentado por el PSE en los ayuntamientos, en el que se insta a que, "por encima de sus ideologías e intereses, su objetivo prioritario sea la lucha contra ETA".