L D (EFE) Gorka Martínez alquiló una plaza de garaje en la calle de Torrezabala, de Galdakano, donde los etarras ocultaban armas y explosivos, y se encargaba de adquirir materiales como ollas o cerraduras de vehículos para preparar las acciones terroristas, así como de servir en algún caso de "lanzadera" para dar cobertura a los autores de los atentados. Su labor para ETA no resultaba demasiado complicada ya que trabajaba como auxiliar de la Policía Municipal de Amorebieta.
En la lonja registrada el pasado viernes tras la detención del coordinador del grupo “Vizcaya”, la Ertzaintza localizó 125 kilos de explosivos, una bomba-lapa, detonadores, ollas, armas, granadas, una troqueladora de matrículas, una motocicleta robada hace un año y preparada para ser utilizada en un atentado, además de abundante documentación sobre posibles y futuros objetivos de ETA. También se halló una matrícula falsa de Santander fabricada recientemente, de lo que se deduce que el comando preparaba una atentado en Cantabria, así como los restos de las auténticas matrículas de los coches-bomba utilizados en dos acciones en Bilbao y en otra en el aeropuerto de Santander.
En el auto, el juez Andreu también considera que hay indicios suficientes para determinar la participación de Aitor Herrera en el atentado del Hotel Los Tamarises, dando obertura a los autores materiales y ocultándoles, y en el del aeropuerto de Santander. En esta última acción, Herrera recabó la información, sirvió de "lanzadera" para cubrir a los autores y avisó de la colocación del artefacto en una llamada al diario Gara. Además, según el juez, Herrera captaba a nuevos miembros de la banda y recopilaba informaciones para futuras acciones terroristas.
En la lonja registrada el pasado viernes tras la detención del coordinador del grupo “Vizcaya”, la Ertzaintza localizó 125 kilos de explosivos, una bomba-lapa, detonadores, ollas, armas, granadas, una troqueladora de matrículas, una motocicleta robada hace un año y preparada para ser utilizada en un atentado, además de abundante documentación sobre posibles y futuros objetivos de ETA. También se halló una matrícula falsa de Santander fabricada recientemente, de lo que se deduce que el comando preparaba una atentado en Cantabria, así como los restos de las auténticas matrículas de los coches-bomba utilizados en dos acciones en Bilbao y en otra en el aeropuerto de Santander.
En el auto, el juez Andreu también considera que hay indicios suficientes para determinar la participación de Aitor Herrera en el atentado del Hotel Los Tamarises, dando obertura a los autores materiales y ocultándoles, y en el del aeropuerto de Santander. En esta última acción, Herrera recabó la información, sirvió de "lanzadera" para cubrir a los autores y avisó de la colocación del artefacto en una llamada al diario Gara. Además, según el juez, Herrera captaba a nuevos miembros de la banda y recopilaba informaciones para futuras acciones terroristas.