La Junta de Andalucía dio dinero irresponsablemente a los irresponsables dueños de Nature Pack

La fábrica de embalajes lleva ya 1 año de inactividad y varios “empresarios”  han venido al amparo del plan de ayudas que dispone la Junta de Andalucía para empresas con problemas. Los empresarios que han pasado por la empresa, entre ellos muchos bien avenidos con el PSOE, se han llevado las ayudas de la Junta y nadie se hace responsable del paro forzoso de las familias de los trabajadores de Nature Pack. Un modo de gestionar el dinero andaluz que produce náuseas.

No ha sido poco el dinero que la Junta ha dado a estos empresarios.  Hemos encontrado en el BOJA andaluz las siguientes;

Nombre de la empresa: Nature Pack, S.A.
Importe: 129.184.200 ptas. Sevilla, 20 de mayo de 1998.- El Director General, Francisco Mencía Morales.

Núm. Expte.: 162/H.
Beneficiario: Nature Pack, S.A.
Municipio y provincia: Riotinto (Huelva). Importe subvención: 193.150.500 ptas.

Núm. Expte.: H/185.
Beneficiario: Nature Pack, S.A.
Municipio y provincia: Minas de Riotinto (Huelva). Importe subvención: 378.040.650 ptas.

El consejero de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía,  Martín Soler, aseguró que la Junta de Andalucía "no abandonará" a la plantilla de Nature Pack y recordó que ya ha destinado un total de 965.500 euros desde julio de 2008 hasta la fecha, a través de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) para salvaguardar los 57 empleos y para tapar "boquetes de muy malos empresarios a los que el PP nunca critica". Pero nada de esto se ha cumplido. Es más, es que la gestión del dinero por parte de la Junta es escandaloso.

 ¿A quién le da el dinero la Junta de Andalucía?

UGT anunció en 2008 que Cajasol había salido ya de su accionariado. Entre los empresarios que han pasado por Nature Pack se encuentran Marcelino Larrañaga Urruti y Victoriano Cuevas. Marcelino Llarrañaga es consejero de Aeropuertos Ciudad Real que recibían trato de favor de la Caja Castilla la Mancha, la primera caja de ahorros de España en sufrir una intervención directa del Banco de España y que ha perdido miles de millones por impagados de diversos empresarios relacionados con ella.

Larrañaga es socio administrador de GRUPO EMPRESARIAL H C TECNOLOGIA Y DIFUSION SL. donde aparecían asimismo Domingo Díaz de Mera, Ramón Sanahuja, etc.. todos ellos pertenecientes al clan de empresarios beneficiados por la Caja Castilla la Mancha y el gobierno socialista de la Comunidad. De hecho, Larrañaga, Díaz de Mera y otros forman parte de la sociedad Green Publicidad y Medios(CRN) que es una empresa curiosa porque en su tierra de procedencia, Castilla la Mancha, sólo ha obtenido 5 licencias de TV a sus nombre. Sin embargo, obtuvo 42 en Andalucía.

Sus relaciones con el PSOE son más que buenas. Domingo Díaz de Mera, uno de sus accionistas, lo es, a su vez, del aeropuerto de Ciudad Real, una de las causas de la ruina de Caja Castilla la Mancha. Ignacio Barco, Domingo Díaz de Mera, Larrañaga y Román Sanahuja fueron agraciados por la caja presidida por Juan Pedro Hernández Moltó que Chaves estuvo a punto de salvar arriesgando a Unicaja, por créditos a sus sociedades patrimoniales (SOLVENTIA, INDOMA y SACRESA) por un valor total de unos 700 millones de euros, dinero está aún sin pagar.

No está de más anotar que Domingo Díaz de Mera y Román Sanahuja fueron imputados en el caso “El Monte” y que Díaz de Mera tiene relaciones accionariales con el empresario filosocialista Luis Portillo. Y recuérdese, cómo no, que Diaz de Mera intentó comprar a Juan Luis Cebrián El Correo de Andalucía, operación en la que se la cruzó Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que facilitó que lo comprara  su empresario de referencia, Alfonso Gallardo y tío de su ex vicepresidente y mano derecha de siempre, Paco Fuentes Gallardo.

Por ello, resulta especialmente cínico el comentario del consejero de Innovación de la Junta de Andalucía cuando dijo: "Se han estado tapando los boquetes de muy malos empresarios a los que el PP nunca critica". Recordó que la compañía contaba con "dificultades patentes" a finales de 2008 y que la Junta "siempre dando la cara", actuando de mediadora con la empresa y los trabajadores". "Se ha protegido a los trabajadores para conseguir los pagos y para garantizar su futuro y se está apoyando la búsqueda de nuevo socio para que dé estabilidad", añadió.

Nuevo empresario

El grupo de Josep Xicola adquirió la empresa por un euro pero ni se ha pasado por la empresa. Pero en junio de 2009, la prensa titulada que Josep Xicola, dueño de Fincas Corral, se dio a la fuga. El que se llamaba “el salvador” de Fincas Corral estuvo desaparecido, declarado insolvente y siendo investigado por los Mossos d’Esquadra a raíz de denuncias y requerimientos judiciales. Se le imputaban delitos de toda índole: impagos de nóminas, compras de empresas insolventes para liquidarlas con fórmulas de dudosa legalidad, quedarse con los alquileres de sus clientes…

La desconfianza de los empleados catalanes de Xicola se convirtió en desesperación cuando hasta Barcelona llegaron trabajadores de Nature Pack, fabricante onubense de envases que Xicola ha comprado. A pesar de que la sociedad tenía un plan de viabilidad, los empleados vieron cómo Xicola la desmantelaba. “Nos cortaron la luz, y ya fuimos a verlo a Barcelona. Y va y nos dice que nos constituyamos en cooperativa, que nos alquila la empresa”, explicó un trabajador.

Las oficinas de Fincas Corral pronto se quedaron también sin luz, teléfono e Internet. Y en vez de crecer, la red se adelgazaba. La historia se repetía. Y no era la primera ni la segunda vez. Dos personas que se consideran “afectadas” por los “pufos” de Xicola cuentan que el empresario se hacía con compañías en apuros asumiendo la deuda. “Él se quedaba la sociedad haciéndose cargo del pasivo y cobraba como compensación el 3% de la deuda”, asegura un empresario.

Los sindicatos de la empresa señalaron hace meses que “en los cuatro meses que ha transcurrido desde la compra, José Xicola Fajas, no ha aportado a la sociedad ni un solo euro, a pesar de conocer la condiciones financiera y de liquidez de la sociedad, incumpliendo su compromiso de inversión y poniendo a los trabajadores en una situación de inestabilidad con su irresponsable actuación”.