La Junta critica a Arenas por los vuelos de la CIA y silencia los siete autorizados por Zapatero

LD (Pedro de Tena) Pizarro llamó a Arenas matón de discoteca. Luego, se reafirmó en su declaración. Luego le llamó "desequilibrado", siguiendo la estela de su jefe, Manuel Chaves. Finalmente y hasta ahora, le llamó de extrema derecha relacionada con Blas Piñar. Esta semana, el vicesecretario del PSOE-A, Luis Pizarro, aprovechando que dos de los vuelos USA a Guantánamo pasaron, presuntamente, por Morón y Rota en época de Aznar, Pizarro instó a Arenas a explicar el uso de las bases andaluzas para los vuelos norteamericanos, que trasladaban presos terroristas.

Naturalmente, Pizarro, el jefe del clan de Alcalá cuyas andanzas y ramificaciones ya hemos detallado aunque no completamente, cosa que haremos en breve, creyó que era el momento de "rematar" a Arenas porque entonces el actual líder del PP-A era vicepresidente y ministro del Gobierno de Aznar. Pizarro mostró este lunes su indignación porque Arenas no comunicara a la Junta la realización de aquellos vuelos y contrapuso su silencio en este asunto a la denuncia del PP-A sobre el alquiler de una avioneta por parte del vicepresidente primero Gaspar Zarrías para volver de Almería con tiempo de votar en el Parlamento.

El problema naturalmente es que Pizarro, al parecer, no tiene en el PSOE el nivel adecuado para ser partícipe de las informaciones precisas. Una cosa es utilizar las intoxicaciones de Moratinos y otra más grave, es creérselas. Pizarro se creyó a Moratinos y a El País y, como consecuencia, tiene ahora un problema.

Si Javier Arenas tuviera que explicar la existencia de dos vuelos secretos sobre el territorio español, Pizarro y Chaves deberían explicar los que han sido autorizados por el gobierno de Zapatero que son bastantes más.

Veamos.

a) Lo primero es que cuando dos países tienen los acuerdos de defensa y de uso de bases militares que tienen España y Estados Unidos, la autorización de vuelos es innecesaria.

b) Segundo, el número de vuelos efectuados considerados "secretos" por Pizarro no son dos, sino once.