La Gendarmería detiene a tres etarras que iban a introducir en España 165 kilos de explosivo
Las Fuerzas de Seguridad francesas detuvieron este lunes a tres terroristas de ETA en la localidad de Saint Jean Pied de Port, situada a apenas quince kilómetros de la frontera con Navarra. Uno de los etarras iba a entregar a los otros dos 165 kilos de explosivos para que éstos los introdujesen en España. Los tres pistoleros a sueldo iban armados. Uno de los tres etarras podría ser Ekatiz Aguirre Goñi, alias "Ehun".
L D (Agencias) La Guardia Civil y la Gendarmería francesa detuvieron este lunes a tres pistoleros a sueldo de la organización terrorista ETA en una cita para entregar material explosivo en la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port, situada a escasos quince kilómetros de la frontera del país vecino con Navarra.
Según informa Vasco Press, uno de los terroristas acudió al lugar de la cita en una furgoneta marca Citröen Berlingo, con matrícula francesa falsa, que iba a entregar a los otros dos terroristas. Los tres etarras, cuya identidad se desconoce hasta ahora, portaban iban armados con una pistola cada uno.
Uno de los tres etarras podría ser Ekatiz Aguirre Goñi, alias "Ehun", a falta del cotejo de huellas que confirme la identidad de los arrestados, según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. Aguirre Goñi, de 26 años y natural de San Sebastián (Guipúzcoa), es un huido del grupo Urederra o Donosti desarticulado en marzo de 2007 y se consideraba, tras la difusión de su fotografía, que estaba refugiado en Francia tras la desarticulación del comando. Con él había mantenido una cita días antes de su detención el jefe del grupo Donosti, José Angel Lerín, a petición de 'Txeroki'. El jefe de los comandos de ETA quería que Lerín trasladase a 'Ehun' una serie de órdenes, quizá porque éste último dirigía otra estructura similar a la del 'Donosti' en otra provincia vasca.
Al examinar el interior del vehículo se descubrió en su interior dos botellas de gas que podrían estar cargadas de material explosivo. Los agentes interrumpieron entonces las inspección de la furgoneta a la espera de que lleguen los especialistas en desactivación de explosivos para confirmar si se trata de una bomba.
Finalmente, las Fuerzas de Seguridad localizaron en el interior del vehículo 165 kilos de explosivo. Entre ese material hay 140 kilos de clorato potásico, 16 de azufre y 9 de pentrita, además de un rollo de cordón detonante, un fusil de asalto G-3, dos detonadores y dos bombonas de gas, según fuentes de la lucha contra el terrorismo consultadas por Efe y Europa Press. El material se corresponde con los componentes de la cloratita que podría ser reforzada con el cordón detonante, compuesto de pentrita. En el vehículo también se encontraron un detector de emisiones de ondas, herramientas y material de bricolaje.
El origen de las pesquisas tuvo lugar recientemente cuando fueron encontradas cerca de la frontera con Navarra dos bombonas de gas manipuladas que los expertos policiales pensaron que iban destinadas a la comisión de atentados.
En la mañana de este lunes se detectó la presencia de la furgoneta por carreteras próximas a España y se activó un dispositivo conjunto de Guardia Civil y policía francesa que permitió efectuar las detenciones a media tarde.
Detenciones y un coche abandonado
Con las tres detenciones practicadas este lunes se elevan a siete los presuntos etarras detenidos desde que la banda terrorista anunció el fin de la tregua, el pasado 5 de junio. Apenas dos días más tarde fueron capturados en un apartamento de la localidad de Bagneres de Bigorre los miembros de ETA Alaitz Areitio Azpiri, Aitor Lorente Bilbao e Igor Igartua Echeverria, en una operación realizada conjuntamente por la Policía Judicial francesa y la Comisaría General de Información española. Además, en Canadá fue detenido el pasado día 20 el miembro del grupo Madrid Iván Apaolaza Sancho.
Además, el día 21 de junio, en la localidad de Ayamonte (Huelva), se localizó un coche que habían abandonado miembros de ETA al encontrarse con un control conjunto que habían establecido la Guardia Nacional Republicana de Portugal y la Guardia Civil. En el vehículo se encontraron 130 kilos de nitrato amónico y polvo de aluminio, diez temporizadores, ocho detonadores y un mando a distancia. Se cree que los terroristas trasladaban el material a Portugal para ocultarlo y pasar después desde ese país para cometer atentados en el sur de España.
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