En la última sesión de la vista, la fiscal ha mantenido su petición de 18 meses de prisión para Otegi por un delito de enaltecimiento del terrorismo, aunque ha retirado la agravante de reincidencia, ya que su condena por participar en un homenaje al etarra José Miguel Beñarain, "Argala", fue dictada después de los hechos ahora juzgados.
Aunque el silencio por sí solo no es una prueba para condenar a Otegi, ha señalado la fiscal, el hecho de dar "la callada por respuesta" debe ser tenido en cuenta por el tribunal porque, en su opinión, al no condenar la actividad terrorista de ETA "está apoyando y corroborando la violencia" de la banda.
Rodríguez considera probado que el acto celebrado el 9 de julio de 2005 en Amorebieta en homenaje al preso etarra José María Sagarduy no fue "local", sino que se trató de un homenaje ideado por la "izquierda abertzale" en el que Otegi "cogió la bandera de ETA" para hacer una defensa de los presos etarras y buscar la "independencia y la resolución del conflicto".
En su opinión, la intención del ex portavoz de Batasuna-ETA era la de "exaltar y elogiar" a Sagarduy, "convertirlo en un modelo a imitar" y mostrar como "justa una actuación criminal" que llevó a "Gatza" a prisión en 1980.
Según ha apuntado, la conducta de Otegi es "grave, seria y reiterada" y por ello, pese a retirar el agravante de reincidencia, ha mantenido los 18 meses de cárcel y 14 de inhabilitación absoluta.
En cuanto a la ex presa etarra Itziar Galardi, la fiscal ha tenido en cuenta la reincidencia y ha elevado de 15 a 18 meses de prisión su solicitud y de 8 a 14 años de inhabilitación absoluta, ya que fue condenada por asesinato terrorista en 1984 y salió de la cárcel en febrero 2002. La fiscal no ha pedido pena alguna para Josune Irakulis, puesto que no ha encontrado indicios de que participara "en la loa y en la alabanza" de Sagarduy.
Por su parte, el Foro Ermua ha elevado a definitivas sus conclusiones y ha pedido cuatro años y medio de cárcel para Otegi y Galardi y tres y medio para Irakulis, acusando a los tres de enaltecimiento del terrorismo y de reunión ilícita.
Según el abogado Fernando García Capelo, el homenaje a Sagarduy "no es un acto organizado por vecinos de Amorebieta", tal y como han sostenido las defensas, sino que se organiza "desde la estructura de la izquierda abertzale" y en el que la ilegalizada Askatasuna "tiene un papel relevante", cuyo anagrama aparecía en las convocatorias.
"Lo que se hace es orquestar una auténtica campaña de homenajes", ha destacado el letrado para hacer hincapié en que el objetivo del acto no era otro que el enaltecer a Sagarduy, a todos los presos de ETA y a la banda terrorista.
La petición más elevada de prisión para los acusados -cinco años de cárcel para cada uno- ha corrido por parte de la asociación Dignidad y Justicia, que ha insistido en los argumentos manifestados por el Foro Ermua y ha considerado que los hechos han quedado acreditados "con abundante prueba legal". Por su parte, las defensas de los acusados han pedido la libertad de sus clientes y han considerado que se han vulnerado sus derechos a un juicio con todas las garantías.