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La Ertzaintza localiza una bomba de casi 100 kilos lista para ser usada inmediatamente en Vizcaya

La Ertzaintza localizó a última hora de la mañana en el Valle de Achondo (Vizcaya) un artefacto explosivo de casi 100 kilos, 70 de amonal y el resto material de refuerzo, y dispuesto para ser utilizado de manera inmediata, a falta del detonador. La bomba se encontraba en un bidón en las próximidades de un turismo estacionado en un aparcamiento del municipio y que habría sido el utilizado por los terroristas de ETA que montaron el zulo descubierto en Amorebieta, según informó la policía autónoma vasca. La Ertzaintza registró dos viviendas en Bilbao en relación con el hallazgo de la bomba.

L D (Agencias) A última hora de la mañana de este jueves, agentes de la Ertzaintza inspeccionaron un turismo Rover, que había despertado sospechas, ya que llevaba tiempo estacionado en el mismo lugar. Al analizar el interior del vehículo, los agentes detectaron diversas manchas de una sustancia que posteriormente, tras los oportunos análisis, se comprobó que era un componente químico utilizado en la fabricación de explosivos. En el maletero del vehículo eran localizadas también unas placas de matrícula falsificadas.
 
Poco después, a unos cien metros de donde se encontraba el automóvil, los ertzainas localizaron un bidón conteniendo aproximadamente casi 100 kilogramos de explosivos, en su mayor parte amonal, reforzado con otras sustancias. Tras ser inspeccionado por los especialistas se comprobó que el bidón era en realidad un artefacto explosivo ya preparado y dispuesto para ser utilizado de manera inmediata y al que solo faltaba añadir el sistema detonador.
 
Por otra parte, dentro del maletero del vehículo, fueron encontrados igualmente diversos objetos, incluyendo numerosas piedras de pequeño tamaño, que, al parecer, habían sido preparadas para ser utilizadas como metralla para el artefacto. Según las primeras indagaciones de la Ertzaintza, el automóvil y el artefacto habrían sido abandonados por el mismo grupo de ETA que preparó el zulo encontrado en Amorebieta el pasado diciembre.
 
Agentes de la Ertzaintza registran dos viviendas de Bilbao, en relación con el hallazgo de la bomba. El huido, que responde a la identidad de Asier L., habría llevado el turismo Rover que fue encontrado en las inmediaciones de la bomba y que tenía restos de un componente químico utilizado en la fabricación de explosivos, así como placas de matrícula falsificadas en su maletero. Al parecer, una de las viviendas es la casa familiar del huido y la otra, el lugar donde vivía, en el número 11 de la calle Zamakola de la capital vizcaína. El automóvil localizado en Atxondo pertenecería a un allegado de la persona que la Ertzaintza continúa buscando, según fuentes de la investigación.
 
Pasadas las once de la noche, los agentes de la Ertzaintza abandonaron el citado inmueble ubicado en el número 11 de la calle Zamakola de Bilbao, portando dos cajas de cartón, en una de las cuales llevaban un ordenador pero no encotraron al etarra. 
 
Un bidón igual a los utilizados en la caravana de la muerte
 
Los bidones metálicos cargados con explosivos como el localizado este jueves ya fueron empleados por la banda terrorista en la frustrada "Caravana de la muerte" con la que ETA pretendía atentar en Madrid en 2004. El 1 de marzo de 2004, la Guardia Civil impidió que ETA atentará en la capital de España al detener a dos miembros de la banda que llevaban una furgoneta bomba cargada con 500 kilos de explosivos depositados en un bidón de metal.  
 
En aquella ocasión, la intervención de la Benemérita logró la detención en Cañaveras (Cuenca) de dos miembros de ETA sin antecedentes, Irkus Badillo Bordo y Gorka Vidal Alvaro, que viajaban en una furgoneta cargada con 506 kilos de cloratita, 30 de dinamita y 90 metros cordón detonante. El explosivo estaba dentro de un contenedor, fijado a la furgoneta para que sirviera de metralla. El convoy de ETA estaba compuesto por dos furgonetas, una cargada con explosivos y otra que iba por delante en misión de lanzadera. La primera, que llevaba placas falsas, había sido robada en Francia en el mes de noviembre de 2003.
 
El entonces titular de Interior, Ángel Acebes, manifestó tras las detenciones que la acción terrorista que los activistas pretendían llevar a cabo en la capital de España habría provocado un cráter 35 metros, daños irreparables en los edificios que hubieran estado a 60 metros a la redonda y la distancia de seguridad para las personas debía ser de 1.500 metros. La furgoneta bomba llevaba incorporada un temporizador, por lo que previsiblemente los miembros de ETA habrían dejado el automóvil y se hubieran marchado después de programar a la hora en la que se iba a producir la deflagración.

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