La economía recibe a Zapatero con sus peores previsiones de crecimiento desde 1993
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afronta la nueva legislatura con el peor panorama económico de los últimos tres lustros. La crisis ha castigado de lleno al sector de la construcción, pero comienza a extenderse al conjunto de la economía. La subida del paro, la débil afiliación a la Seguridad Social o la escasa inversión hacen prever un escaso crecimiento del PIB en 2008: por debajo del 2 por ciento, según los expertos.
LD (M. Llamas / L.F Quintero) Pese al optimismo expresado por la cúpula socialista a lo largo de la campaña electoral, la economía nacional no parece evidenciar hasta el momento ninguna de las “fortalezas” y “síntomas de buena salud” difundidas por el Gobierno. Más bien todo lo contrario, a la vista de los datos y las cada vez peores previsiones que realizan los organismos internacionales.
El ministro de Economía, Pedro Solbes, aún estima que la economía española avanzará a un ritmo del 3,1 por ciento en 2008. Pese a ello, extraoficialmente, ya reconoce la posibilidad de no alcanzar dicho objetivo al situar ese aumento “en torno al 3 por ciento”. Sin embargo, la realidad de las cifras avanza un futuro inmediato mucho más negativo del que trata de difundir el PSOE.
El banco alemán Commerzbank no duda en advertir que la economía española podría entrar en fase de recesión, debido, sobre todo, al hundimiento del sector inmobiliario. Una situación que, en caso de materializarse, amenaza con recuperar los difíciles momentos que vivieron los bolsillos de los españoles entre 1993 y 1996.
De hecho, la entidad germana considera que las perspectivas de la economía nacional "son cada vez más negativas". Así, para este mismo ejercicio, prevé un aumento del PIB próximo al 1,5 por ciento, mientras que en 2009 apenas alcanzaría el 1 por ciento, en coincidencia con las previsiones avanzadas por Alberto Recarte en Libertad Digital.
Y es que, el creciente frenazo económico ya se está traduciendo en una destrucción neta del empleo (180.000 parados más en los dos últimos meses). A ello se suma el hecho de que España ha visto mermada en casi un 50 por ciento su capacidad productiva para generar nuevos puesto trabajo.
La afiliación a la Seguridad Social registró el pasado febrero la peor tasa de crecimiento interanual desde 1996. De mantenerse dicha tendencia, el PIB español avanzará menos de un 2 por ciento en 2008. Un ritmo muy inferior, pues, al registrado el pasado año (3,8 por ciento). Tal dato reflejaría una caída del crecimiento cercano a los 2 puntos porcentuales en apenas un año.
Los malos augurios, tildados de "catastrofismo" por el PSOE, amenazan con materializarse en breve, a la vista de los propios cálculos que elabora el Economía: El Índice Sintético de Actividad se sitúa actualmente en el 2,6 por ciento. Dicho indicador avanza el ritmo de crecimiento para los próximos seis meses.
Otro de los datos con el que ha desayunado Zapatero es el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a las economías más desarrolladas del mundo. Según este informe, la creación de empleo en España en términos interanuales disminuyó en tres décimas. De acuerdo con los datos consultados correspondientes a la evolución de la tasa de paro en los países miembros de la OCDE, España repitió en enero como el segundo miembro de la organización con mayor tasa de desempleo al elevar el registro hasta el 8,8 por ciento, sólo por detrás de Eslovaquia (10,4 por ciento).
Este mismo análisis señala que España fue el país de la OCDE que registró el mayor repunte interanual de la tasa de desempleo, seis décimas. EEUU, Irlanda y España fueron los tres únicos países que experimentaron un incremento interanual del desempleo en el periodo correspondiente a la elaboración del último informe.
Además, esta legislatura comienza con una saldo muy poco esperanzador de las cifras registradas en los Servicios Públicos de Empleo Estatal (antiguo Inem). En febrero se habían registrado 258.365 extranjeros en situación de paro, un 53,8 por ciento más que en 2007 y un 7,3 por ciento por encima de la cifra del pasado mes de enero.
Para solucionar este desaguisado laboral, el Gobierno anunció un plan de recualificación de los desempleados para recolocarlos en otros sectores. De momento, aplazó el estudio, elaboración y puesta en marcha de este plan hasta después de las elecciones. Ahora, tendrá que estudiar el sector servicios (de donde procede más de la mitad de los parados extranjeros registrados en el Inem) y el de la construcción (donde los parados extranjeros aumentaron un 92 por ciento).
Y si a Zapatero se le ha amargado el desayuno no habrá sido por falta de azúcar en el café. A los datos de paro, afiliación a la seguridad social, desempleo inmigrante o el informe de la OCDE, se ha sumado el escaso resultado de las inversiones en I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación). Un sector que el Gobierno ha presentado como el nuevo motor de crecimiento de nuestra economía tras el brutal agotamiento que muestra la construcción.
Este lunes hay diversos indicadores que evidencian la escasa o nula efectividad de la estrategia del Gobierno. Pese a que Zapatero ha casi triplicado la inversión en I+D, esta cifra dista todavía mucho de la media de la Unión Europea. Además, pese al esfuerzo, la productividad de nuestra economía sigue estando en el furgón de cola de la Unión Europea.
En España tenemos déficit de licenciados técnicos en los sectores de las Tecnologías de la información y la comunicación. Además, tampoco logramos buenos resultados en la creación de patentes (uno de los indicadores válidos para saber si el aumento del gasto en I+D+i está dando sus frutos). En 2006, nuestro país registró 241 patentes menos que en 2005 y 1.876 menos que en 2002.
Otro de los informes con los que ha desayunado el presidente, es el que ha publicado el Instituto de Estudios Económicos sobre la inversión española. Este análisis señala que dicha inversión crecerá un 3 por ciento y un 0,6 por ciento en 2008 y 2009, respectivamente, con lo que se situará medio punto por debajo de la media de la UE-27 el primer año y 2,8 puntos el segundo.
Las mayores tasas de crecimiento de la inversión para el actual ejercicio serán para Polonia (14,7 por ciento), Rumania (14,2) y Bulgaria (14). Lituania también logrará un aumento de dos dígitos, con una previsión del 11,9 por ciento.
No obstante, cuando comenzaron los primeros síntomas que adelantaban una crisis inmobiliaria en España, el Gobierno insistía en tildar de "aterrizaje suave" lo que hoy en día nadie duda en calificar de "caída libre".
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