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La dueña del Toyota confirma que se destruyó su declaración ante la UCIE en la que aparecían Trashorras y El Chino

La declaración de la propietaria del Toyota Corolla al que doblaron la matrícula supuestamente para trasladar los explosivos ratificó este martes lo publicado por El Mundo el pasado mes de noviembre. Que la Guardia Civil la interrogó sobre Suárez Trashorras y El Chino seis días antes de los atentados y que tras el 11-M declaró dos veces ante la Policía. Corroboró también que al juez Del Olmo sólo le llegó una de ellas en la que ya no figuraban los nombres del minero y el árabe. Según la testigo, la Guardia Civil le entregó una copia de las multas impuestas a su vehículo pero éstas nunca llegaron a su casa.

La declaración de la propietaria del Toyota Corolla al que doblaron la matrícula supuestamente para trasladar los explosivos ratificó este martes lo publicado por El Mundo el pasado mes de noviembre. Que la Guardia Civil la interrogó sobre Suárez Trashorras y El Chino seis días antes de los atentados y que tras el 11-M declaró dos veces ante la Policía. Corroboró también que al juez Del Olmo sólo le llegó una de ellas en la que ya no figuraban los nombres del minero y el árabe. Según la testigo, la Guardia Civil le entregó una copia de las multas impuestas a su vehículo pero éstas nunca llegaron a su casa.
(Libertad Digital) Fernando Lázaro relato en El Mundo en noviembre de 2006 la peripecia vivida por Beatriz Higuero antes y después del 11-M. La testigo que declaró este martes en el juicio recordó que tuvo que asistir a cuatro tomas de declaración, a cual más extraña, porque su coche estaba implicado en unas cuantas infracciones. Ante la Guardia Civil y ante la UCIE de la Policía Nacional, la testigo asistió como protagonista a un proceso que acabo desvelando una ocultación.
 
En la madrugada del 5 de marzo de 2004, seis días antes del fatídico ataque terrorista, recibió una llamada de la Guardia Civil preguntándole por su coche. Ella dijo que lo tenía aparcado en la puerta, a lo que los agentes le conminaron a que lo comprobara. Efectivamente, Beatriz Higuero comprobó que su Toyota Corolla estaba estacionado en el lugar en que ella lo había dejado.
 
La Guardia Civil le pidió que se trasladara al cuartel de Getafe con toda la documentación del vehículo, cosa que ella hizo. Una vez allí, le interrogaron sobre diversos aspectos y le preguntaron por Suárez Trashorras y por otro individuo de nombre árabe que no pudo recordar. Esta declaración ante la Guardia Civil respondía al hecho de que el nombre de Trashorras aparecía en una solicitud de permiso de circulación. Según la testigo, "me facilitaron una copia de las denuncias contra esas personas en la carretera de Burgos con un vehículo con la misma matrícula".
 
Bermúdez preguntó extrañado si no le habían llegado las multas a su casa, algo que ella confirmó: tiene las copias pero oficialmente no ha sido multada pues no le ha llegado notificación alguna. El fiscal también le dijo que no figura en la declaración que dispone de ella que le interrogaran por Suárez y El Chino, lo que no hace sino confirmar la noticia de El Mundo, es decir, que su declaración ante la UCIE fue destruida por ese presunto disquete defectuoso y que la segunda ya no incluía tales datos. 
 
Según corroboró la testigo, el primer día (26 de marzo) la declaración ante la UCIE fue más larga y de nuevo le preguntaron por Suárez Trashorras y El Chino, cosa que ya habían hecho en la Guardia Civil. Al día siguiente la volvieron a llamar. Le dijeron que "el disquete con el interrogatorio anterior tenía un defecto y que además se les había olvidado hacer la rueda de reconocimiento". Según la testigo, esta fue una declaración mucho más corta. En ella le enseñaron fotografías para reconocer a Suárez y Trashorras. Pero entre la primera y la segunda declaración ante la Policía hay dos folios de diferencia, fruto del resumen que, curiosamente afectó a la parte en la que esta testigo relataba cómo la Guardia Civil le preguntó por Suárez y el Chino. 
 
Según relató Fernando Lázaro en su información de noviembre, ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional ofrecieron a esta ciudadana la posibilidad de cambiar las matrículas de su vehículo. "Por motivos de seguridad –dice el periodista–, el Ministerio facilita matriculaciones nuevas, entre otros, a posibles objetivos de organizaciones terroristas. El hecho de que esta ciudadana siga circulando con las mismas matrículas que fueron dobladas por los autores del 11-M sorprende y mucho entre los expertos policiales dedicados a la lucha antiterrorista". Nadie se ha interesado por ese particular en el juicio.

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