L D (EFE) El delegado del Gobierno en Navarra ha explicado que la institución que preside "no tiene constancia de ninguna remesa de cartas de ETA elaboradas tras la entrada en vigor del alto el fuego" anunciado por la banda terrorista el pasado 22 de marzo. En su opinión, es "momento para la esperanza y para arrimar el hombro con el Gobierno de todos los españoles", y señaló que "lo que menos necesitamos es hipocresía y cinismo". Sin embargo, fue la propia banda terrorista la que, en contra de lo sostenido por el Gobierno en sus informes de verificación, ha reconocido esa extorsión a empresarios navarros. Dos encapuchados de ETA hablaron de ello en Gara como de una forma de contribuir a "las necesidades de la lucha de liberación".
Ripa ha ignorado este reconocimiento de ETA y al término de una rueda de prensa ha dado escasa credibilidad a la última denuncia del presidente de la Confederación de Empresarios Navarros (CEN). José Manuel Ayesa ha desvelado ahora que empresarios vascos habían recibido en junio cartas de extorsión fechadas en mayo. El delegado señaló que no podía "afirmar categóricamente que no las haya", pero, en caso de que existieran, reiteró su "repulsa y total rechazo a esa práctica de intimidación".
Según precisó, a quien corresponde "pilotar este proceso, porque tiene toda la legitimidad para ello, es al presidente del Gobierno de la Nación, que se merece todo el apoyo para conseguir lo que todos deseamos, que es el fin de la violencia, para el que no habrá precios políticos porque esa es una premisa inalienable". "No habrá ni atajos ni recovecos", recalcó.