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La consejera Evangelina Naranjo autorizó un despido falso cuando era presidenta de Emasesa

El fiscal ha pedido al Tribunal de Cuentas que ordene a un ex gerente de la empresa municipal de aguas de Sevilla (Emasesa), Francisco Aguado, la devolución de los 336.566 euros de indemnización que recibió una directora comercial, Ana María Diánez,  por su despido, considerado fraudulento. Quien tuvo que autorizar necesariamente  el pago de la indemnización es la hoy consejera de Gobernación del gobierno Chaves, Evangelina Naranjo.

El fiscal ha pedido al Tribunal de Cuentas que ordene a un ex gerente de la empresa municipal de aguas de Sevilla (Emasesa), Francisco Aguado, la devolución de los 336.566 euros de indemnización que recibió una directora comercial, Ana María Diánez,  por su despido, considerado fraudulento. Quien tuvo que autorizar necesariamente  el pago de la indemnización es la hoy consejera de Gobernación del gobierno Chaves, Evangelina Naranjo.
L D (Pedro de Tena) Naranjo era entonces presidenta de la sociedad de capital municipal Emasesa de Sevilla. Fuentes del caso informaron a Efe de que el fiscal ha considerado que el despido de la directiva fue falso y por lo tanto causó un quebranto al ente público, por lo que ha pedido que el ex gerente Francisco Aguado devuelva dicha cantidad de su peculio personal.

El despido de la directora comercial se produjo el 8 de febrero de 2002, recibiendo una indemnización de 336.000 euros. Posteriormente, el 12 de febrero, la entonces presidenta de Emasesa convocó un Consejo Consultivo para "agradecer a la trabajadora los servicios prestados durante 37 años". En la misma, la directora comercial señaló que se marchaba por motivos personales.

Precisamente, fueron estas declaraciones de la directiva las que levantaron en 2004 ante la Cámara de Cuentas de Andalucía las sospechas de supuestas irregularidades en la gestión de Aguado, "ya que si se trataba de una baja voluntaria no tendría que haberse pagado el despido de 336.000 euros". Ayer quedó visto para sentencia con la petición del Fiscal de que el ex gerente de Emasesa devuelva íntegramente el despido al considerar que éste fue falso y por lo tanto causó un quebranto al ente público.
 


Cuatro días después, en un consejo de administración de la empresa municipal, la entonces presidenta de Emasesa, Evangelina Naranjo, agradeció a la directora comercial los servicios prestados y calificó de "gran pérdida" su salida de la empresa por motivos personales, según recogió el acta de la reunión, pero no acusó a la directora pese a que tenía posibilidad de hacerlo.

La actual consejera de Gobernación y ex presidenta de Emasesa, Evangelina Naranjo, declaró ayer en calidad de testigo en el juicio que se celebró en el Tribunal de Cuentas contra el ex gerente de la citada empresa municipal, Francisco Aguado, por presuntas irregularidades en el despido de la directiva comercial en 2002. Según confirmó el abogado de la defensa, Naranjo explicó que la trabajadora fue despedida pero se le dio el beneplácito de una "salida digna". Es decir, se autorizó y se colaboró en la escenificación de un despido falso.

El abogado de Aguado, Joaquín Moeckel, aseguró tras participar en el juicio que Naranjo esclareció así que el cese de la trabajadora, Ana María Dianez, en febrero de 2002, se debió a un "cambio de la directiva en la empresa" pero, para suavizar el terreno, se le dio el beneplácito de una salida digna. "Fue un despido tras 37 años de trabajo, un despido que se pagó y tras el que el Consejo de Administración de la empresa tuvo una deferencia social para suavizar el caso", según explicó el letrado, que añadió que Dianez, que "llevaba mucho tiempo en la empresa, quería que su imagen quedara de otra forma y solicitó comparecer ante el Consejo".

En este sentido, el abogado aseguró no compartir las palabras del Fiscal del Tribunal de Cuentas, que cuestionó por qué si la trabajadora aseguró que su salida era voluntaria y se debía "fundamentalmente a circunstancias familiares", se procedió al inmediato pago del despido 336.000 euros. Al respecto, Moeckel calificó de "muy buena" la gestión del acusado en un despido que fue "conciliado", ya que de no haber sido así, Emasesa habría tenido que pagar 600.000 euros, porque se hubiera reclamado también el plan de pensiones que tenía la directiva despedida.

El despido fue pactado por el ex gerente y la ex directiva en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (Cemac) de Sevilla, tras supuestamente negarse la empresa a la readmisión. Pero, ¿por qué se pactó? ¿Qué daño podría causar a la empresa la "locuacidad" de la ex directora comercial?

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