L D (EFE) Entre seiscientas mil y ochocientas mil personas han secundado la convocatoria de Asaja. El presidente regional del PP Comunidad Valenciana y ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, ha agradecido la capacidad de respuesta de los valencianos y ha calificado de “impresionante” la imagen de los participantes que han acudido a “decir con rotundidad, pero con muchísima prudencia y desde el sentido común más absoluto, que están a favor del PHN". El tenista Juan Carlos Ferrero leyó el manifiesto que puso fin a la concentración.
El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, dijo que la concentración representa a "los más de cuantro millones de valencianos que saben que éste es un gran proyecto que no perjudica a nadie y beneficia a todos". La manifestación fue convocada para pedir al Gobierno que ejecute el Plan Hidrológico Nacional y que solicite fondos a la Unión Europea para ello. Curiosamente, el partido que sustenta al Ejecutivo apoyó una marcha en la que se pedía a los gobernantes que aplicaran una ley aprobada por ellos mismos.
Ese fue uno de los argumentos utilizados por el PSOE para criticar la presencia de altos cargos del Gobierno, como Eduardo Zaplana, en dicha manifestación. Así, el secretario general del PSOE de Murcia, Ramón Ortiz, exigió el cumplimineto de la ley del PHN, y trató de desviar la atención sobre la división de los socialistas ante esta cuestión al calificar de "acto electoralista" la concentración. A su llegada a la manifestación, dijo que "en este país hay agua suficiente, y es cuestió de buscar un acuerdo para que podamos tener el agua que necesitamos y que sobre en otros sitios".
El PSOE, que apoya el Plan Hidrológico desde Valencia, Murcia, Andalucía y Extremadura, lo rechaza desde Aragón y Cataluña, lo que supone una importante grieta en el principal partido de la oposición. Desde Zaragoza, el consejero de Medio Ambiente del Ejecutivo aragonés, Alfredo Boné, subrayó que Europa "tiene que escuchar todos los clamores populares", no sólo de quienes reclaman financiación comunitaria para el PHN, sino también de quienes se oponen al Plan y al trasvase del Ebro, como son los aragoneses y parte de Cataluña.
El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, dijo que la concentración representa a "los más de cuantro millones de valencianos que saben que éste es un gran proyecto que no perjudica a nadie y beneficia a todos". La manifestación fue convocada para pedir al Gobierno que ejecute el Plan Hidrológico Nacional y que solicite fondos a la Unión Europea para ello. Curiosamente, el partido que sustenta al Ejecutivo apoyó una marcha en la que se pedía a los gobernantes que aplicaran una ley aprobada por ellos mismos.
Ese fue uno de los argumentos utilizados por el PSOE para criticar la presencia de altos cargos del Gobierno, como Eduardo Zaplana, en dicha manifestación. Así, el secretario general del PSOE de Murcia, Ramón Ortiz, exigió el cumplimineto de la ley del PHN, y trató de desviar la atención sobre la división de los socialistas ante esta cuestión al calificar de "acto electoralista" la concentración. A su llegada a la manifestación, dijo que "en este país hay agua suficiente, y es cuestió de buscar un acuerdo para que podamos tener el agua que necesitamos y que sobre en otros sitios".
El PSOE, que apoya el Plan Hidrológico desde Valencia, Murcia, Andalucía y Extremadura, lo rechaza desde Aragón y Cataluña, lo que supone una importante grieta en el principal partido de la oposición. Desde Zaragoza, el consejero de Medio Ambiente del Ejecutivo aragonés, Alfredo Boné, subrayó que Europa "tiene que escuchar todos los clamores populares", no sólo de quienes reclaman financiación comunitaria para el PHN, sino también de quienes se oponen al Plan y al trasvase del Ebro, como son los aragoneses y parte de Cataluña.