La Confederación Española de Policía ha emitido un comunicado en el que denuncia los métodos terroristas empleados ayer por unos 300 manifestantes exaltados que tras una manifestación contra la reforma de las pensiones trataron de asaltar el Congreso de los Diputados enfrentándose a la Policía.
Según el sindicato, estaban perfectamente coordinados" organizados y llegaron a emplear contra los agentes petardos provistos de clavos a modo de metralla.
"Las calles del centro de la capital registraron escenas propias de episodios de terrorismo callejero, cuando un grupo de unos 300 violentos trató de acceder a las inmediaciones de la entrada del Congreso de los Diputados", dice la CEP, tras denunciar que "una vez comprobaron que la Policía les impedía hacerlo a la altura de la calle Sevilla, atacaron a los agentes, lesionando a ocho de ellos, y comenzaron a provocar todo tipo de daños en comercios y mobiliario urbano".
Según la CEP, estos trescientos jóvenes, una vez que la manifestación terminó en la Plaza de Canalejas, se dirigieron a las inmediaciones de la Cámara Baja, en la Carrera de San Jerónimo, y trataron de sobrepasar la barrera establecida por los efectivos de las Unidades de Intervención Policial que, por el comportamiento y vestimenta de los concentrados (muchos de ellos, embozados para ocultar su rostro) "querían evitar un ataque a la sede del Poder Legislativo".
"Fue entonces cuando los policías tuvieron que soportar insultos, agresiones, ataques con bengalas, piedras, botellas, petardos a los que se había colocado en la punta clavos, a modo de metralla, e incluso artefactos incendiarios. La violencia, agresividad y clara coordinación de los violentos fue tal, que la Policía se vio obligada a cargar", detalla la nota.
En ese momento, cuando este grupo se disolvió en otros más pequeños, "comenzaron a recorrer varias calles del centro de Madrid con el claro objetivo de arrasar todo aquel comercio o mobiliario urbano que encontrasen a su paso, cruzando contenedores y formando barricadas, en un intento gratuito de perjudicar a ciudadanos y comerciantes de la zona".
Entre los ocho policías heridos hay alguno que ha sufrido las consecuencias del impacto de cohetes con clavos en la punta; otro tuvo que ser asistido por las lesiones provocadas por un individuo que trató, una vez le tiró al suelo, de propinarle una paliza.