Colabora

"La cacería empezó cuando le dije a Peces Barba que jamás cederíamos ante ETA"

Desde que impulsó la mayor movilización de la sociedad civil sufre el brutal acoso del Gobierno y sus terminales. La última infamia ha sido acusarle de vivir de la AVT. Francisco José Alcaraz visitó el plató de LDTV para abordar junto a Federico Jiménez Losantos esta última campaña de difamación.

LD (R. Vilas) Federico Jiménez Losantos recibió este jueves en su cita semanal con los espectadores de Libertad Digital a un invitado de excepción. El que fuera presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, acompañado de María del Carmen Álvarez, su esposa, abordó el penúltimo capítulo de la ignominiosa campaña lanzada contra él, desde que lideró la rebelión cívica frente a la negociación del Gobierno de Zapatero con ETA.

A Francisco José Alcaraz le cuesta contener la emoción. "Lo intento evitar pero no puedo dejar de emocionarme al ver el trabajo de todo el equipo que me acompañó estos años y los medios que habéis apoyado esa rebelión cívica", reconoce el ex presidente de la AVT. A la herida incurable que le causó a ETA al asesinar a su hermano Ángel y sus dos sobrinas, se suman los palos de quienes no le perdonan su denuncia constante de la cesión ante que intentó Zapatero en la anterior legislatura. A su mujer no le sorprende: "Cuando decidió dejarlo se lo dije. Todo lo que no te han hecho hasta ahora, te lo van a hacer, porque temen que vuelvas". Y es que, como destaca su esposa, Alcaraz fue la primera persona que consiguió sacar a la calle a cientos de miles de personas, algo que hasta ahora sólo hacían los partidos, a través de sus correas de transmisión que son los sindicatos.

Lo más duro no es un diario como Público publique esas mentiras, sino que se presten a esta campaña otras víctimas del terrorismo como Daniel Portero. "No creo que haya argumento que justifique la presencia de los hermanos Portero en las querellas de parte de quienes han lanzando calumnias contra la AVT", comenta, dolido, Alcaraz. Por si fuera poco, continúa, "también duele el silencio cómplice de la actual dirección de la AVT". En este sentido, Alcaraz aclara que no fue él quien nombró a su sucesos José Antonio García Casquero: "Había una sola candidatura y Casquero tenía una trayectoria. Toda la junta y todos los que conocíamos a Casquero confiábamos en él". Alcaraz lamentó que la actual dirección de la AVT "está destruyendo todo lo que significa la rebelión cívica y todo lo que signifique la etapa de Alcaraz en estos años".

Una etapa en la que la AVT convocó nueve manifestaciones, todas ellas masivas. Por eso, explicó Alcaraz, "lo que más me está doliendo es que la AVT pierda lo que había conseguido, lo que nunca antes tenía, esa empatía de millones de ciudadanos con la causa de las víctimas. Esa es la gran riqueza que tiene la AVT".

Tras recibir el apoyo en un emotivo vídeo de algunos de sus compañeros como Salvador Ulayar (que fue delegado de la AVT en Navarra), María Jesús González (madre de Irene Villa y vicepresidente de la AVT en la etapa de Alcaraz), Toñi Santiago y Teresa Jiménez Becerril, Alcaraz recordó que la primera vez que pronunció la expresión "rebelión cívica" fue cuando "estaba totalmente indignado con la destitución del fiscal Eduardo Fungairiño. En ese momento la junta directiva decidimos dar un paso más al frente para canalizar la indignación de millones de españoles con el proceso de negociación". 

Tanto él como su esposa coinciden en que el momento más emotivo de estos fue el homenaje a las víctimas del etarra De Juana en una abarrotada Plaza de Colón. María del Carmen Álvarez recuerda también el día que cientos de personas portaban pancartas en la puerta de la Audiencia Nacional que decían De la A a la Z. Todos somos Alcaraz. Cuando lo vio, pensó que "todo el trabajo de estos años estaba bien hecho". "Mi suegra ha tenido que ver entrar a Jose Alcaraz por la puerta de la Audiencia Nacional, por donde no ha tenido que entrar Josu Ternera", comentó con amargura María del Carmen Álvarez.

Y es que junto a los momento emotivos, Alcaraz ha tenido que pasar por situaciones muy difíciles. Pero no sólo él, todas las víctimas que se significaron en la defensa de la memoria, la dignidad y la justicia. Así, María del Carmen Álvarez, recordó cómo de forma miserable "la mujer de Sopena (Margarita Sáenz Díaz) despreció a Toñi Santiago por ser ama de casa". "Toñi sacó a su hija de seis años de los escombros y murió en sus brazos. Es injustificable lo que se ha hecho con ella", añadió Álvarez, al tiempo que definió a Toñi Santiago como "una mujer valiente, con coraje, una madre que tiene ser ejemplo para todas las víctimas del terrorismo".

Alcaraz, por su parte, rememoró una de las pocas veces que perdió los nervios durantes estos años. Como no, fue con Peces Barba, nombrado por Zapatero para anular –por decirlo suavemente– a las víctimas del terrorismo. "En enero de 2005, en una reunión con Peces Barba, me dice que hay que estar preparados para ser generosos con los terroristas que están en las cárceles para contribuir a la paz. Fue de las pocas veces que perdí los nervios. Tuvieron que sujetarme de la chaqueta y le dije que mientras fuera presidente de la AVT jamás cederíamos. A partir de ahí empezó la cacería".

María del Carmen añadió que "Jose lo pasó un muy mal momento en aquella reunión en la que Zapatero tuvo el valor de decirle a María Jesús González que entendía a las víctimas porque en la guerra habían matado a su abuelo. María Jesús lo pasó muy mal, estuvo a punto de irse de España. En ese momento se dio cuenta de la realidad, de la crudeza con la que se ha tratado a las víctimas del terrorismo". En este sentido, apuntó que tanto a ella como a su marido, lo que más les ha calado es "cuando ves que muchas víctimas son crucificadas simplemente por pedir justicia".

Otro episodio infamante fueron las mofas del hermano del entonces ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar –actual cabeza de cartel socialista en las elecciones europeas–, que bajo el seudónimo de Sorrocloco dijo que Alcaraz le había tocado la lotería con el vil asesinato de su hermano y sus sobrinas. Lo peor en este caso, recordó Alcaraz, fue que el entonces ministro le llamó no para expresarle su solidaridad o afecto sino para "convencerme de que no tome acciones legales contra su hermano".

Dijo Alcaraz que "hubiese querido pasar a un segundo plano" pero que vive mal, "el desánimo, la apatía la desilusión" que percibe en la sociedad y que él mismo siente. "Me siento en parte responsable por haber abandonado la lucha por la memoria, dignidad y justicia". En esta línea, Alcaraz sostuvo que "no me cabe ninguna duda que este Gobierno volverá a engañarnos. El proceso no está muerto".  

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario