L D (Agencias) En un auto notificado este jueves, la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal responde así a la petición que en este mismo sentido le hizo el miércoles Prisiones en vista del rechazo del recluso a someterse a ningún tipo de control, así como a que le hagan análisis de sangre.
La dirección del centro penitenciario de Aranjuez (Madrid), en el que está internado De Juana, solicitó autorización para "las actuaciones que se consideren necesarias por prescripción facultativa para su control", así como que pueda estar acompañado en la celda por otro recluso "para prever cualquier alteración sobrevenida".
Así, el tribunal dispone en su resolución, "cuando los facultativos lo consideren oportuno, la realización de cuantos controles se estimen necesarios para evaluar el estado físico del interno, así como su ingreso en un centro hospitalario si así lo estimaren necesario".
La sala también autoriza a las autoridades penitenciarias "la adopción de cuantas medidas considere necesarias de control personal del interno, incluida la posibilidad de ser acompañado de otro interno en su celda".
Los magistrados Manuela Fernández Prado, Paloma Pastor y Ricardo Rodríguez justifican su decisión en el deber de la Administración penitenciaria de "velar por la vida, integridad y salud del interno con el consiguiente deber de adoptar las medidas necesarias para protegerlo".
Por ello, dicen, se pueden "imponer limitaciones" al ejercicio de los derechos fundamentales "de aquel interno que, por el riesgo de su vida en que voluntariamente se ha colocado, precise de tal protección".
El tribunal ordena, en cualquier caso, que se siga informando a De Juana de "su situación real y los peligros que para su vida pudieran derivarse de la continuación de su huelga de hambre" y dice que los controles médicos "deberán realizarse respetando su dignidad como ser humano".
De Juana se puso en una nueva falsa huelga de hambre el pasado día 7 al conocer por los medios de comunicación que la Audiencia Nacional iba a condenarle a 12 años y medio de prisión -finalmente fueron 12 años y 7 meses- por un delito de amenazas terroristas en relación con dos cartas publicadas en el diario Gara en las que arremetía contra varios responsables penitenciarios.
Anteriormente, el preso había mantenido otras falsa protesta de este tipo, entre los pasados 7 de agosto y 8 de octubre, para reivindicar su excarcelación al considerar que ya había cumplido su condena. Durante ese periodo, se estuvo alimentando a escondidas con pan de molde, jamón de york y miel. Productos que le fueron facilitados por otros terroristas de ETA encarcelados en el mismo centro.
El etarra, que fue miembro del "grupo Madrid" de la banda terrorista, cumplió 18 años de cárcel por 25 asesinatos, pero cuando en agosto de 2005 iba a salir en libertad la Audiencia Nacional abrió una nueva causa contra él por los dos escritos publicados en Gara .
La dirección del centro penitenciario de Aranjuez (Madrid), en el que está internado De Juana, solicitó autorización para "las actuaciones que se consideren necesarias por prescripción facultativa para su control", así como que pueda estar acompañado en la celda por otro recluso "para prever cualquier alteración sobrevenida".
Así, el tribunal dispone en su resolución, "cuando los facultativos lo consideren oportuno, la realización de cuantos controles se estimen necesarios para evaluar el estado físico del interno, así como su ingreso en un centro hospitalario si así lo estimaren necesario".
La sala también autoriza a las autoridades penitenciarias "la adopción de cuantas medidas considere necesarias de control personal del interno, incluida la posibilidad de ser acompañado de otro interno en su celda".
Los magistrados Manuela Fernández Prado, Paloma Pastor y Ricardo Rodríguez justifican su decisión en el deber de la Administración penitenciaria de "velar por la vida, integridad y salud del interno con el consiguiente deber de adoptar las medidas necesarias para protegerlo".
Por ello, dicen, se pueden "imponer limitaciones" al ejercicio de los derechos fundamentales "de aquel interno que, por el riesgo de su vida en que voluntariamente se ha colocado, precise de tal protección".
El tribunal ordena, en cualquier caso, que se siga informando a De Juana de "su situación real y los peligros que para su vida pudieran derivarse de la continuación de su huelga de hambre" y dice que los controles médicos "deberán realizarse respetando su dignidad como ser humano".
De Juana se puso en una nueva falsa huelga de hambre el pasado día 7 al conocer por los medios de comunicación que la Audiencia Nacional iba a condenarle a 12 años y medio de prisión -finalmente fueron 12 años y 7 meses- por un delito de amenazas terroristas en relación con dos cartas publicadas en el diario Gara en las que arremetía contra varios responsables penitenciarios.
Anteriormente, el preso había mantenido otras falsa protesta de este tipo, entre los pasados 7 de agosto y 8 de octubre, para reivindicar su excarcelación al considerar que ya había cumplido su condena. Durante ese periodo, se estuvo alimentando a escondidas con pan de molde, jamón de york y miel. Productos que le fueron facilitados por otros terroristas de ETA encarcelados en el mismo centro.
El etarra, que fue miembro del "grupo Madrid" de la banda terrorista, cumplió 18 años de cárcel por 25 asesinatos, pero cuando en agosto de 2005 iba a salir en libertad la Audiencia Nacional abrió una nueva causa contra él por los dos escritos publicados en Gara .