La APM culpa a "sectores nacionalistas" de la "lamentable atmósfera de politización envenenada" del TC
La causante de la actual situación, según la APM, es la presión que se ejerce desde sectores nacionalistas en relación con determinados recursos que el Tribunal Constitucional tiene pendiente resolver, como es el Estatuto de Cataluña. Por ello, su portavoz, Antonio García, ha exigido "tranquilidad" para que el Constitucional pueda cumplir de forma serena con sus funciones "sin presiones, sin empellones y sin coacción, tan sólo con la Constitución en la mano".
L D (Europa Press) El portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Antonio García, culpó este viernes a la presión ejercida por "sectores nacionalistas" de la "lamentable atmósfera de politización envenenada" en torno a los magistrados que integran el Tribunal Constitucional.
La asociación mayoritaria en la carrera judicial considera, sin embargo, que el hecho de que por primera vez en la historia el Gobierno haya instado la recusación de miembros de este órgano –para apartar a los conservadores Jorge Rodríguez-Zapata y Roberto García-Calvo del recurso contra la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC)– entra dentro de la "normalidad jurídica". "No es algo habitual, pero esto no significa que sea improcedente", dijo García.
En declaraciones realizadas a Europa Press, Antonio García admitió que la iniciativa del Ejecutivo está contemplada en la Ley y "el Gobierno está legitimado para ejercerla si cree que concurre causa de recusación" contra los magistrados.
"Hasta ahí, nuestra lectura es de normalidad", añadió el portavoz de la APM, que añadió que lo que es "lamentable" es la atmósfera de politización que últimamente envuelve a todas las actuaciones del alto tribunal.
"Esta situación pone en riesgo el ejercicio de un tribunal clave para el funcionamiento del Estado", dijo García, puesto que las interpretaciones políticas pueden minar la confianza de los ciudadanos en este órgano.
La causante de la actual situación, según la APM, es la presión que se ejerce desde sectores nacionalistas en relación con determinados recursos que el Tribunal Constitucional tiene pendiente resolver, como es el Estatuto de Cataluña.
"Lo que ahora toca es exigir tranquilidad", según García, para que el Tribunal Constitucional puede cumplir de forma serena con sus funciones "sin presiones, sin empellones y sin coacción, tan sólo con la Constitución en la mano", concluyó.
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