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Absuelven a dos etarras acusados de enviar una bomba al director de RNE

La Audiencia Nacional ha absuelto a los etarras Asier Arzalluz e Idoia Mendizábal por enviar al director de RNE en Bilbao, Santiago Silván, un paquete-bomba que fue desactivado por la Ertzaintza el 17 de enero de 2002, hechos por los que la Fiscalía pedía 20 años de prisión.

Así lo ha acordado la Sección Primera de la Sala de lo Penal de este tribunal en una sentencia en la que señala que no se ha probado "más allá de toda duda" la participación de los dos acusados.

La sala, compuesta por el presidente Javier Gómez Bermúdez y los magistrados Teresa Palacios y Ramón Sáez Valcárcel, considera que miembros de la banda terrorista enviaron un paquete-bomba con 210 gramos de dinamita-goma al domicilio de Silván "con la intención de matar o causar graves lesiones a quien procediera a su apertura".

El paquete fue recibido la tarde del 17 de enero de 2002 por el hijo del director de RNE, "que alertó a su padre y éste a la Ertzaintza", que desactivó el artefacto, que contenía un explosivo industrial utilizado en la voladura de rocas compuesto por una mezcla de nitrato de amonio, nitroglicerina, tytadin y dinitrotolueno con un mecanismo que se activaba al abrir la caja.

La atribución del envío a ETA, prosiguen, se deduce de la aparición del anagrama de la banda en la cara interior de la caja, en el envío simultáneo de tres paquetes ese mismo día a otros dos periodistas y en la reivindicación del mismo en el diario Gara.

Sin embargo, "no consta" que los acusados "hubieran decidido la acción, ni dado la orden de atentar contra el director del medio de comunicación o intervenido en la preparación y entrega del paquete-bomba", según los magistrados.

Explican que "sólo testimonios de referencia" prestados por dos policías en la vista celebrada el pasado 19 de noviembre situaron la existencia de una máquina de escribir en un piso en Amorebieta que tenía alquilado el ex coordinador del grupo Vizcaya Gorka Martínez Arkarazo.

Añaden que el terrorista, que tras su detención en septiembre de 2003 reveló los nombres de los componentes del "K-Olaia", señaló que no recordaba poseerla.

Rechaza así el tribunal que el documento hallado en Tarbes (Francia) en el que se relataba la acción fuera escrito por Mendizábal desde esa máquina, tal y como sostenía el fiscal, y califica de "conjetura no confirmada" la declaración de dos peritos de inteligencia que situaron a los etarras en el citado comando.

Asimismo, consideran un "dato impreciso" que no puede ser utilizado "con provecho" el testimonio de un ertzaina que apuntó a "una mujer -de veintitantos años, con gorra y altura de entre 160 y 165 centímetros- fuera la persona que entregó en las oficinas del servicio de mensajería el paquete-bomba".

"Que los acusados hayan admitido su pertenencia a la organización terrorista ETA, hecho por el que han sido condenados en Francia, no es indicio de que intervinieran en la ejecución del atentado contra el periodista", concluye.

Arzalluz y Mendizábal fueron condenados recientemente por la sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional a 15 años de prisión por el envío de otro paquete-bomba al presidente del Grupo Correo, Enrique Ybarra, que tampoco llegó a explosionar.

En ese caso, la presidenta Teresa Palacios y los magistrados Carmen González y Juan Francisco Martel estimaron que las dos etiquetas en las que figuraba tanto el nombre de Ybarra como el remitente, Confesbank, fueron mecanografiadas desde la máquina de escribir hallada en un piso en Amorebieta

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