L D (EFE) El plan secesionista del gobierno de Juan José Ibarretxe ha superado su primera prueba, gracias a la abstención de los dos representantes de Socialista Abertzaleak, herederos de Batasuna-ETA. La votación ha roto todas las previsiones, ya que se esperaba el voto contrario en bloque de toda la oposición. Según el batasuno Arnaldo Otegi, líder de SA, la abstención de su partido se debe a que “no quería obstaculizar el debate”. También recalcó que, para los herederos de Batasuna-ETA, “hoy es el día del fallecimiento oficial del Estatuto, y nos felicitamos por ello”.
La propuesta ha podido ser aprobada con los nueve votos de PNV, IU y Eusko Alkartasuna (EA). En contra se han situado el Partido Popular y los socialistas vascos. Ambos grupos han condenado la inconstitucionalidad del proyecto. Desde el PSE, Jesús Eriguren ha manifestado que el Plan Ibarretxe es el “mayor error político” cometido en la comunidad vasca. El representante socialista ha afirmado que si bien antes “el texto declaraba un independentismo disimulado, ahora es abiertamente independentista”.
Por su parte, los populares han señalado, a través de su portavoz Leopoldo Barreda que, "mientras la sociedad vasca se encuentra en el momento menos radical y nacionalista de su historia, el gobierno autonómico presenta el proyecto más radical".
El proyecto que lanzó el gobierno de Ibarretxe el 27 de septiembre de 2002, persigue lograr para el País Vasco un estatus de libre asociación con España, con atribuciones propias de un Estado independiente. El plan elaborado por los nacionalistas vascos, pretende asumir casi todas las competencias del gobierno central, excepto en materia de Defensa, matriculación de buques y los pesos y las medidas. Además, incluye una última medida para la ratificación del proyecto por medio de un referéndum.