(Libertad Digital) El presidente del PNV de Guipúzcoa, Juan María Juaristi, está convencido de que "la desaparición de ETA puede estar encima de la mesa en un horizonte relativamente breve". Esta es una de las condiciones que incluye Ibarretxe en su plan separatista para llevarlo a cabo en su integridad. Así que Juaristi pone la meta cerca aunque sea falso. En una entrevista en Radio Euskadi de la que informa la agencia EFE, dice que "en pocos meses pueden pasar muchas cosas y a medida que la propuesta de Ibarretxe vaya tomando cuerpo y cada vez más colectivos se sumen al debate, estamos convencidos de que el mantenimiento de la violencia estará más fuera de juego, si cabe".
Tanto optimismo no es sino la excusa para dar el siguiente paso: una vez cumplida esa condición, explica Juaristi, "para el año próximo o antes de que termine esta legislatura, estaríamos hablando de consultas para que los vascos podamos decidir", lo que implicaría también que "terminaría la pesadilla de cientos de personas del PP y del PSE-EE". Es decir, que el plan separatista es, según el nacionalista, la salvación para los únicos políticos y concejales que llevan escolta en el País Vasco. Con este juego, el PNV quiere pintar un horizonte propicio para alcanzar la meta que comparten con ETA.
De nuevo, el diagnóstico acertado de Mayor Oreja
El presidente del grupo popular en el Parlamento vasco, Jaime Mayor Oreja, advirtió el día 3 de marzo sobre esta posibilidad y, una vez más, ha acertado en su diagnóstico. La clave, unos buenos resultados del nacionalismo en las próximas elecciones del 25 de mayo: "hay que sumar la vanguardia del mundo de Batasuna con la retaguardia del PNV". Es precisamente este horizonte el que Oreja quiere evitar, planteando una alternativa constitucionalista a la que se niegan los principales líderes del PSOE (empezando por Ferraz).
Volvió a recordarlo este viernes en una mesa redonda organizada por Basta Ya con la única presencia activa de Gotzone Mora y Carlos Totorica, en representación del PSOE. El mismo día, José Blanco, Pasqual Maragall y, cómo no, Odón Elorza, renunciaron a cualquier tipo de pacto. Pero lo que reclama Oreja no son listas conjuntas sino una evaluación seria de cada ayuntamiento vasco.
Descalificar una posible alternativa
En el PNV, la posibilidad de un entendimiento PP-PSOE se interpreta, en palabras de Juaristi, como una estrategia para "provocar la mayor desestabilización posible y desprestigiar a las instituciones vascas" y aseguró que para ello "utilizan malas artes" además de tener "ánimo de venganza".
Sobre Batasuna dijo que "queríamos y queremos que se pueda presentar; no queremos engordar artificialmente con los votos de Batasuna porque no les representamos y serían engordes artificiales que desdibujarían las realidad política porque darían una imagen distorsionada de lo que somos". Nada más lejos. La herencia de espectro electoral ante una desaparición de Batasuna es lo que quiere rentabilizar el PNV, según Mayor Oreja.
Tanto optimismo no es sino la excusa para dar el siguiente paso: una vez cumplida esa condición, explica Juaristi, "para el año próximo o antes de que termine esta legislatura, estaríamos hablando de consultas para que los vascos podamos decidir", lo que implicaría también que "terminaría la pesadilla de cientos de personas del PP y del PSE-EE". Es decir, que el plan separatista es, según el nacionalista, la salvación para los únicos políticos y concejales que llevan escolta en el País Vasco. Con este juego, el PNV quiere pintar un horizonte propicio para alcanzar la meta que comparten con ETA.
De nuevo, el diagnóstico acertado de Mayor Oreja
El presidente del grupo popular en el Parlamento vasco, Jaime Mayor Oreja, advirtió el día 3 de marzo sobre esta posibilidad y, una vez más, ha acertado en su diagnóstico. La clave, unos buenos resultados del nacionalismo en las próximas elecciones del 25 de mayo: "hay que sumar la vanguardia del mundo de Batasuna con la retaguardia del PNV". Es precisamente este horizonte el que Oreja quiere evitar, planteando una alternativa constitucionalista a la que se niegan los principales líderes del PSOE (empezando por Ferraz).
Volvió a recordarlo este viernes en una mesa redonda organizada por Basta Ya con la única presencia activa de Gotzone Mora y Carlos Totorica, en representación del PSOE. El mismo día, José Blanco, Pasqual Maragall y, cómo no, Odón Elorza, renunciaron a cualquier tipo de pacto. Pero lo que reclama Oreja no son listas conjuntas sino una evaluación seria de cada ayuntamiento vasco.
Descalificar una posible alternativa
En el PNV, la posibilidad de un entendimiento PP-PSOE se interpreta, en palabras de Juaristi, como una estrategia para "provocar la mayor desestabilización posible y desprestigiar a las instituciones vascas" y aseguró que para ello "utilizan malas artes" además de tener "ánimo de venganza".
Sobre Batasuna dijo que "queríamos y queremos que se pueda presentar; no queremos engordar artificialmente con los votos de Batasuna porque no les representamos y serían engordes artificiales que desdibujarían las realidad política porque darían una imagen distorsionada de lo que somos". Nada más lejos. La herencia de espectro electoral ante una desaparición de Batasuna es lo que quiere rentabilizar el PNV, según Mayor Oreja.