En declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, dio varias razones para justificar su afirmación: "Porque están caducados, porque están politizados, porque obedecen a consignas de partido y porque están preocupados por quién va a ser el próximo presidente".
Pujol fue tajante al recordársele que España podría ver en sus palabras una forma de presión al TC, y replicó que a los magistrados del tribunal ya los presionan PP y PSOE. "Ustedes no son serios", dijo a los jueces, y recordó que hay estatutos idénticos al de Cataluña en preceptos que sólo han sido recurridos en el caso catalán.
El proceso que está sufriendo el Estatuto desde su aprobación en el Parlamento hasta ahora es, a juicio de Pujol, "realmente grotesco", de lo que culpó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque también admitió que Cataluña ha cometido errores. Pujol acusó a Zapatero de actuar con "tremenda ligereza y frivolidad" al asegurar que apoyaría el Estatuto que saliera del Parlamento, que después fue recortado en el Congreso, y defendió la actuación de Artur Mas (CiU), que salvó el texto, dijo, al reunirse con el presidente del Gobierno.
Después de todo este proceso y del referéndum en Cataluña, opinó que el paso por el TC es ya una "barbaridad", sobre todo porque se trata de un tribunal formado por jueces que tendrían que haber sido relevados, y que forman parte de bloques enfrentados. Todo ello le llevó a afirmar que el presidente de la Generalidad, José Montilla, tiene razón al hablar de desafección de Cataluña, que provoca que en un municipio como Arenys de Munt (Barcelona) se celebre una consulta independentista. "Sin la desafección que define Montilla no habría referéndum", señaló.
Sobre la iniciativa en Arenys, Pujol opinó que "si alguien quiere hacer una consulta y lo hace dentro de la legalidad, no tiene que prohibirse", aunque dijo no ser muy partidario de abusar de este tipo de iniciativas, citando como ejemplo el Estado de California, que ha realizado demasiadas en su opinión. Pujol remarcó que "es una evidencia que hay más independentistas que hace cinco años" en Cataluña, y responsabilizó de ello a la mala política española, aunque también añadió que los catalanes se han equivocado algunas veces.