L D (Agencias) Jiménez Villarejo participó esta mañana en Bilbao en la segunda concentración convocada por IU del País Vasco para reivindicar la creación de una mesa de partidos propuesta por Otegi en Anoeta, que también contó con la asistencia de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco Garbiñe Biurrun y Manuel Díaz Rábago.
El ex fiscal anticorrupción destacó que "el proceso de paz es una necesidad histórica de Euskadi y de España para poner al fin de la violencia y para vivir en un mundo de paz, donde nunca nadie amenace ni viole ningún derecho humano y menos aún, el derecho a la vida".
Expuso la "conjunción de tres factores" que han hecho posible haber llegado este punto del proceso de paz y destacó, en primer lugar, "que hace más de tres años que la organización terrorista ETA no mata, hecho radicalmente nuevo en la escena histórica de España", valoró también la acción del Estado de Derecho contra la banda y, por último, subrayó "la voluntad de paz" de los gobiernos central y vasco.
En ese escenario, dijo que "el poder judicial tiene un papel que cumplir y que consiste en entender que hoy, el año 2006, con el alto el fuego permanente de ETA, no estamos como en años anteriores, sino en un marco socio-histórico radicalmente distinto" puesto que la organización terrorista "ha abandonado" el asesinato.
Ello requiere, opinó, que la aplicación de las normas penales como la Ley de Enjuiciamiento criminal "debe ser distinta". Propuso, además, a los jueces "impulsar políticas penitenciarias más flexibles para presos condenados por delitos de terrorismo", dentro "del reducido marco de flexibilidad impuesto por las reformas legislativas realizadas por el Gobierno del PP".
El ex fiscal añadió que también corresponde a los jueces "aplicar la Ley de Partidos de una forma más atemperada a la nueva situación, porque no estamos en el año 2002, cuando se aprobó esa ley", para que las decisiones de los jueces "no contradigan el proceso de paz", dentro de "ese periodo intermedio que todavía viviremos hasta que Batasuna se incorpore a la política, mediante su legalización". En definitiva, pidió que "no se dicten resoluciones que choquen con el deseo de paz de la sociedad vasca".