L D (EFE) En declaraciones a TV3 recogidas por la agencia EFE, Villarejo explicó que ha enviado un telegrama a Grande Marlaska para criticar su decisión de prohibir la conferencia que el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, iba a ofrecer en Barcelona el pasado lunes.
En lo que considera un ejercicio de "protesta cívica", el ex fiscal reprochó en ese telegrama al juez que estuviera "limitando injustificadamente el derecho de reunión" e impidiendo el ejercicio de un derecho constitucional y fundamental a todos los que iban a asistir al acto, incluido el propio Villarejo. En opinión del ex fiscal, con decisiones como ésta Grande Marlaska "está dificultando gravemente el proceso de paz y, al mismo tiempo, sirviendo a los intereses antidemocráticos del PP", al poner trabas a los "gestos de diálogo, de aproximación de interlocutores necesarios para llegar a un proceso de diálogo que acabe con ETA".
Para Villarejo, la resolución del juez es ajustada a derecho, pero lo habría sido igualmente una decisión distinta, tras lo que ha recordado que "el artículo tercero del Código Civil establece que debe tenerse en cuenta el contexto para aplicar la ley".
Su tesis es que "cuando estamos en un momento en que una organización terrorista ha decidido cesar en la violencia que estaba practicando y ha abierto una perspectiva histórica nueva en nuestro país para llegar a la posibilidad de diálogo y paz en Euskadi y España, un juez debe partir de esa realidad para adoptar decisiones coherentes que hagan posible ese diálogo y esa construcción de la paz", ha añadido.
En resumen, según Jiménez Villarejo, "la aplicación estricta de la ley puede conducir a una auténtica ofensa del principio de Justicia, a una auténtica ilegalidad". Villarejo "prefiere" pensar que las resoluciones del juez son coherentes con su manera de interpretar la ley de partidos, pero ha advertido de que "está conduciendo a dificultades objetivas un proceso que es lo más importante para todos, la paz".
Asimismo, el ex fiscal ha recordado que la sentencia de disolución de Batasuna sólo declara el cese de sus actividades, lo que no excluye "que sus miembros y sus directivos subsisten como tales, personas que tienen voz y palabra". Lo que el juez fundamentó es que el portavoz de ETA-Batasuna acudía invitado al foro de Tribuna de Barcelona en calidad de "portavoz de Batasuna".
En lo que considera un ejercicio de "protesta cívica", el ex fiscal reprochó en ese telegrama al juez que estuviera "limitando injustificadamente el derecho de reunión" e impidiendo el ejercicio de un derecho constitucional y fundamental a todos los que iban a asistir al acto, incluido el propio Villarejo. En opinión del ex fiscal, con decisiones como ésta Grande Marlaska "está dificultando gravemente el proceso de paz y, al mismo tiempo, sirviendo a los intereses antidemocráticos del PP", al poner trabas a los "gestos de diálogo, de aproximación de interlocutores necesarios para llegar a un proceso de diálogo que acabe con ETA".
Para Villarejo, la resolución del juez es ajustada a derecho, pero lo habría sido igualmente una decisión distinta, tras lo que ha recordado que "el artículo tercero del Código Civil establece que debe tenerse en cuenta el contexto para aplicar la ley".
Su tesis es que "cuando estamos en un momento en que una organización terrorista ha decidido cesar en la violencia que estaba practicando y ha abierto una perspectiva histórica nueva en nuestro país para llegar a la posibilidad de diálogo y paz en Euskadi y España, un juez debe partir de esa realidad para adoptar decisiones coherentes que hagan posible ese diálogo y esa construcción de la paz", ha añadido.
En resumen, según Jiménez Villarejo, "la aplicación estricta de la ley puede conducir a una auténtica ofensa del principio de Justicia, a una auténtica ilegalidad". Villarejo "prefiere" pensar que las resoluciones del juez son coherentes con su manera de interpretar la ley de partidos, pero ha advertido de que "está conduciendo a dificultades objetivas un proceso que es lo más importante para todos, la paz".
Asimismo, el ex fiscal ha recordado que la sentencia de disolución de Batasuna sólo declara el cese de sus actividades, lo que no excluye "que sus miembros y sus directivos subsisten como tales, personas que tienen voz y palabra". Lo que el juez fundamentó es que el portavoz de ETA-Batasuna acudía invitado al foro de Tribuna de Barcelona en calidad de "portavoz de Batasuna".