(LIbertad Digital) Bajo el título "Tentaciones peligrosas", Ramón Jáuregui comienza su artículo asegurando que "hemos entrado en la última fase: el final de la violencia". El socialista cree que "el terrorismo de ETA parece abocado a su final" y que "el Pacto de Ajuria Enea, a finales de los ochenta, la colaboración francesa, la eficacia policial, el espíritu de Ermua, la acción judicial y el pacto por las libertades" han conducido "a la victoria de la sociedad vasca y de la democracia española".
Según el portavoz del PSOE, "los partidos democráticos, y el PP más en particular, pueden ejercer su colaboración crítica y controlar los pasos que acordemos dar en la búsqueda del final definitivo, pero lo que no sería admisible es que alimenten el discurso de la intransigencia y el inmovilismo, impidiendo de hecho una gestión proactiva y dialogada de ese final".
El portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputado considera que "abordamos ahora una tarea delicada, en la que las virtudes democráticas deberían ayudarnos a vencer algunas tentaciones peligrosas". Considera peligrosas "la ansiedad y la prisa exageradas por dar pasos y tomar medidas cuyo ritmo sólo el tiempo aconseja" y "los protagonismos y cálculos partidarios, legítimos pero mezquinos ante la grandeza de la causa".
A continuación Jáuregui valora como "un falso supuesto" el pensar que "ETA ha sido derrotada y lo único que cabe es esperar a que renuncie definitivamente a la violencia y entregue las armas". "Cuando lo haga y pida perdón tomaremos medidas para con sus problemas humanos. Sólo entonces podrán incorporarse a la democracia. Quienes piensan así, desconocen los complejos meandros de estos asuntos y su escabrosa realidad. Tan verdad es que ETA ha perdido su guerra como que podría continuarla bastantes años más", ha escrito el socialista.
Cree que el PP se arroga "la dignidad de la democracia"
Más adelante, Jáuregui recuerda la "inteligente, aunque pueda parecer ambigua, frase de Zapatero: No habrá precio político por la paz, pero la política puede ayudar al fin de la violencia". Y a continuación el socialista vasco empieza a arremeter con el PP. "Puede haber una tentación política en quienes se arrogan la dignidad de la democracia o apelan a la memoria de las víctimas para oponerse a dialogar y acordar la definitiva renuncia a la violencia. Bajo esas apelaciones bien se puede esconder una actitud interesada en que el proceso no avance, atando de pies y manos al Gobierno en la gestión de esta delicada fase final de ETA".
Jáuregui cree que "un acercamiento progresivo de los presos de ETA a cárceles cercanas al País Vasco ayuda, y mucho, a que "el alto el fuego permanente" sea para siempre". También "la relegalización de Batasuna, naturalmente asumiendo las exigencias de la Ley de Partidos, favorecerá la apuesta por la política que se intuye en el abandono de las armas".
Y a continuación, Jáuregui asegura que "si el primer partido de la oposición se opusiera a tales medidas, cuando sea necesario adoptarlas, por considerarlas inoportunas o precipitadas, estaría mostrando una discutible voluntad de colaboración en el proceso de paz"."De manera que esta primera tentación peligrosa debiera evitarse con algo que se llama lealtad", ha escrito el socialista.
"No negociaremos", su lema en 1992
Ramón Jáuregui es uno más de los socialistas que han cambiado radicalmente su posición respecto a ETA. En 1992, mientras ocupaba la Secretaría General del PSE, sostenía todo lo contrario. Como ejemplo, la entrevista que concedía el 26 de enero a La Vanguardia. "Hay que decir a los terroristas que vamos a aguantar el tirón, que no negociaremos", decía entonces.