(Libertad Digital) La comisión de investigación de la Asamblea se reanudó en su cuarta sesión con la comparecencia del empresario y abogado afiliado al PP Francisco Bravo, amigo del diputado tránsfuga Eduardo Tamayo. La sesión comenzó con la petición del portavoz de IU, Luis Suárez, de incluir en la lista de comparecientes a la concejala del PP Paloma García Romero, al ex director de “Madrid Excelente” Fernando Bastarreche y a los ex alcaldes populares de Sevilla la Nueva Juan Antonio Teresa y Ángel Batanero, y de aprobar el requerimiento de diversa documentación. El grupo socialista apoyó la iniciativa de IU, pero el PP hizo valer la mayoría de su voto ponderado y la petición fue rechazada por 54 votos a favor y 55 en contra. El portavoz popular, Antonio Beteta, explicó que una vez que concluyan las 26 comparecencias aprobadas, “se verá si hace falta llamar a nuevos comparecientes”.
En su primer turno de intervención, IU ha tratado de aprovechar el tirón de la audiencia, que está siguiendo mayoritariamente desde Telemadrid los trabajos de la comisión. Su portavoz Suárez, en vez de tratar de arrojar luz sobre la crisis, se ha encargado de introducir en el debate la guerra de Irak y el Prestige. Nada ha aportado que justifique la presencia del constructor Bravo como compareciente. Este último se ha acogido a su derecho y, aunque tiene obligación de comparecer, se ha negado a declarar. Ha argumentado que hay procesos judiciales abiertos y que no quiere entorpecerlos.
El portavoz del PSOE ha insistido en que Bravo tiene algo que ver en la “traición” de Tamayo y Sáez. Ha vuelto a recuperar el listado de Tamayo en el que los socialistas han basado sus acusaciones pero se ha limitado a hablar de “sospechas”. También le ha reprochado a Bravo su silencio, cuando debería aclarar tantos interrogantes.
Beteta pide a IU que también hable de su postura sobre el Plan Ibarretxe
En su turno de palabra, el portavoz del PP ha reprochado la actitud “publicitaria” de IU y ha pedido a su portavoz que, en su empeño de introducir asuntos ajenos a la comisión, explique si la coalición va a votar en septiembre a favor del plan secesionista de Ibarretxe.
Dirigiéndose al constructor Bravo, Beteta le ha recordado que negarse a declarar en una comisión de investigación es incompatible con la militancia del PP. Por eso le ha pedido que responda a las preguntas que le iban a ser formuladas. De no ser así, ha dicho, se vería obligado a pedir a los órganos de dirección del PP que le abran un expediente y comiencen a tramitar su expulsión del partido. Tres horas después, y tras las explicaciones de Bravo sobre lo que no afecta a los casos judiciales abiertos, Beteta le ha agradecido la concreción de sus explciaciones. Ha anunciado que finalmente no solicitará la apertura de expediente.
Bravo se acoge a su derecho a no declarar
Aunque el constructor no ha querido contestar a las preguntas formuladas por los portavoces de los tres grupos parlamentarios, sí que ha utilizado su turno de intervención para defenderse de las acusaciones. Dice que es víctima de una "trama política" en la que el PSOE "necesitaba a un empresario", y que ha sido acusado sin pruebas. También ha pedidio al PSOE que reflexione sobre su estrategia.
Ha criticado que se le haya interrogado por asuntos estrictamente personales. Al ser preguntado por qué dirigentes políticos asistieron a su boda ha vuelto a intervenir para decir al presidente de la Comisión, Francisco Granados, que "entrar en ese terreno es vulnerar la más absoluta intimidad de las personas, no me parece digno de esta cámara y espero que usted me ampare", protesta que no ha sido considerada. Entonces ha solicitado que se declarase "improcedente" la pregunta "por cuestión de intimidad personal, que ya se ha vulnerado bastante", y ha añadido que el interrogatorio se estaba convirtiendo en "una manipulación absolutamente inconstitucional de mis derechos".
En su primer turno de intervención, IU ha tratado de aprovechar el tirón de la audiencia, que está siguiendo mayoritariamente desde Telemadrid los trabajos de la comisión. Su portavoz Suárez, en vez de tratar de arrojar luz sobre la crisis, se ha encargado de introducir en el debate la guerra de Irak y el Prestige. Nada ha aportado que justifique la presencia del constructor Bravo como compareciente. Este último se ha acogido a su derecho y, aunque tiene obligación de comparecer, se ha negado a declarar. Ha argumentado que hay procesos judiciales abiertos y que no quiere entorpecerlos.
El portavoz del PSOE ha insistido en que Bravo tiene algo que ver en la “traición” de Tamayo y Sáez. Ha vuelto a recuperar el listado de Tamayo en el que los socialistas han basado sus acusaciones pero se ha limitado a hablar de “sospechas”. También le ha reprochado a Bravo su silencio, cuando debería aclarar tantos interrogantes.
Beteta pide a IU que también hable de su postura sobre el Plan Ibarretxe
En su turno de palabra, el portavoz del PP ha reprochado la actitud “publicitaria” de IU y ha pedido a su portavoz que, en su empeño de introducir asuntos ajenos a la comisión, explique si la coalición va a votar en septiembre a favor del plan secesionista de Ibarretxe.
Dirigiéndose al constructor Bravo, Beteta le ha recordado que negarse a declarar en una comisión de investigación es incompatible con la militancia del PP. Por eso le ha pedido que responda a las preguntas que le iban a ser formuladas. De no ser así, ha dicho, se vería obligado a pedir a los órganos de dirección del PP que le abran un expediente y comiencen a tramitar su expulsión del partido. Tres horas después, y tras las explicaciones de Bravo sobre lo que no afecta a los casos judiciales abiertos, Beteta le ha agradecido la concreción de sus explciaciones. Ha anunciado que finalmente no solicitará la apertura de expediente.
Bravo se acoge a su derecho a no declarar
Aunque el constructor no ha querido contestar a las preguntas formuladas por los portavoces de los tres grupos parlamentarios, sí que ha utilizado su turno de intervención para defenderse de las acusaciones. Dice que es víctima de una "trama política" en la que el PSOE "necesitaba a un empresario", y que ha sido acusado sin pruebas. También ha pedidio al PSOE que reflexione sobre su estrategia.
Ha criticado que se le haya interrogado por asuntos estrictamente personales. Al ser preguntado por qué dirigentes políticos asistieron a su boda ha vuelto a intervenir para decir al presidente de la Comisión, Francisco Granados, que "entrar en ese terreno es vulnerar la más absoluta intimidad de las personas, no me parece digno de esta cámara y espero que usted me ampare", protesta que no ha sido considerada. Entonces ha solicitado que se declarase "improcedente" la pregunta "por cuestión de intimidad personal, que ya se ha vulnerado bastante", y ha añadido que el interrogatorio se estaba convirtiendo en "una manipulación absolutamente inconstitucional de mis derechos".