L D (EFE) Aunque no ha trascendido hasta ahora, los hechos ocurrieron la madrugada del pasado 9 de septiembre, cuando el agente efectuó presuntamente dos disparos con su arma reglamentaria desde la habitación en la que pernoctaba. Los tiros penetraron en la dependencia anexa, en la que dormía un matrimonio que abandonó “asustado” la estancia al cerciorarse del “riesgo cierto de ser alcanzados” por los proyectiles.
A continuación, el ertzaina bajó las escaleras hasta la recepción, donde se encontró con el edil socialista, que trabajaba como conserje en el hotel, le encañonó con su arma y le amenazó en dos ocasiones con matarle si se movía. El concejal, al ver “el estado de gran nerviosismo en el que se encontraba esta persona”, le pidió que permaneciera tranquilo y le dijo que se podía marchar del establecimiento porque la puerta estaba abierta, consciente “de que el hecho podía pasar a mayores” debido a que, por su condición de cargo público, tenía escolta personal que en ese momento “se encontraba dentro del hotel”.
El policía autonómico se dio entonces a la fuga, aunque fue interceptado poco después en el barrio de Loyola de San Sebastián donde fue sorprendido por una patrulla uniformada de la Ertzaintza. Al verse descubierto, el presunto autor de los disparos se acercó a los agentes y les pidió que le trasladaran al cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo donde, según dijo, “tenía que hacer unas gestiones”. Sin embargo, al acercarse a él e intentar cogerle del brazo para arrestarle, el fugitivo se escapó hacia la carretera “poniendo en peligro su integridad” y la de los otros dos policías, motivo por el que éstos decidieron “seguirle el juego” y se prestaron a acompañarle al cuartel del instituto armado.
Al llegar a este acuartelamiento, “fue reducido” por los ertzainas, que le retiraron el arma reglamentaria que llevaba montada y con una bala en la recámara, preparada para disparar.
A continuación, el ertzaina bajó las escaleras hasta la recepción, donde se encontró con el edil socialista, que trabajaba como conserje en el hotel, le encañonó con su arma y le amenazó en dos ocasiones con matarle si se movía. El concejal, al ver “el estado de gran nerviosismo en el que se encontraba esta persona”, le pidió que permaneciera tranquilo y le dijo que se podía marchar del establecimiento porque la puerta estaba abierta, consciente “de que el hecho podía pasar a mayores” debido a que, por su condición de cargo público, tenía escolta personal que en ese momento “se encontraba dentro del hotel”.
El policía autonómico se dio entonces a la fuga, aunque fue interceptado poco después en el barrio de Loyola de San Sebastián donde fue sorprendido por una patrulla uniformada de la Ertzaintza. Al verse descubierto, el presunto autor de los disparos se acercó a los agentes y les pidió que le trasladaran al cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo donde, según dijo, “tenía que hacer unas gestiones”. Sin embargo, al acercarse a él e intentar cogerle del brazo para arrestarle, el fugitivo se escapó hacia la carretera “poniendo en peligro su integridad” y la de los otros dos policías, motivo por el que éstos decidieron “seguirle el juego” y se prestaron a acompañarle al cuartel del instituto armado.
Al llegar a este acuartelamiento, “fue reducido” por los ertzainas, que le retiraron el arma reglamentaria que llevaba montada y con una bala en la recámara, preparada para disparar.