(Libertad Digital) El ministerio del Interior sigue beneficiando a los etarras, independientemente de su sanguinario currículum, que hayan mostrado en algún momento sus reticencias con la línea de actuación de la banda terrorista ETA. Es el caso de Miguel Ángel Gil Cervera, "Kurika", que fue trasladado el pasado miércoles desde la cárcel de Zuera, en Zaragoza, a su domicilio de Pamplona, después de que el juez decretara prisión atenuada. El etarra alega "depresiones y tendencia al suicidio".
Su legado terrorista es aterrador. Detenido en 1992 en Francia, se enfrenta a una condena superior a los 200 años de cárcel por tres asesinatos perpetrados en 1984. Tal y como informa ABC, el 10 de abril de 2015 cumplirá tan sólo las tres cuartas partes de la pena. Las víctimas fueron un policía nacional; el trabajador José Sánchez Sierro, al que adosaron una bomba al pecho, y el empresario José Larrañaga.
El periódico de Vocento desvela que, a partir de ahora, "Kurika" podrá cumplir esa condena en casa, aunque tendrá algunas restricciones como no desplazarse fuera de la zona de influencia de la capital navarra ni relacionarse o participar en actos del mundo de ETA.
Interior le concede esta medida de gracia porque, en 1998, el sanguinario terrorista respaldó un documento de Luis Álvarez Santacrisitina, "Txelis", en el que se consideraba que "la lucha armada estaba desprestigiada".