En su estrategia de intentar hacer ver dos grupos dentro de ETA y así allanar los caminos de la negociación, fuentes penitenciarias y de Interior han filtrado a Europa Press una información sobre lo buena y arrepentida que es la etarra Idoia López Riaño, alias La Tigresa, una de las terroristas más sanguinarias con 25 asesinatos a sus espaldas.
Rubalcaba la trasladó a una cárcel del País Vasco, concretamente a la de Nanclares de Oca, afirmando que allí ya no hay etarras, pese a la indignación de las decenas de víctimas de esta etarra.
De este modo, estas supuestas fuentes se esmeran en presentar a La Tigresa como colaboradora de las fuerzas de seguridad y enfrentada a la dirección de la banda para lo cual no escatiman párrafos y frases como "es ahora una de las presas de ETA más activas en la cárcel haciendo caso omiso a las directrices que la banda".
Igualmente, estas supuestas fuentes presentan a esta macabra terrorista como una víctima. Así, afirman que "ha llegado a expresar en ocasiones su temor a salir de prisión por miedo a las represalias que pueda sufrir por haberse desvinculado de la banda".
En su especial interés por limpiar el nombre de Idoia López Riaño indica que "aun no ha sido oficialmente expulsada del EPPK, pero previsiblemente el Colectivo lo hará próximamente dado que su vinculación con ETA a día de hoy es inexistente, precisaron las fuentes consultadas".
El pretexto para incluir todas estas frases sobre la etarra es que supuestamente ahora se ocupa de cuidar a los perros que el centro penitenciario emplea en un programa de terapia asistida con animales para otros reclusos con problemas de adaptación.
Así lo cuenta Europa Press, de las fuentes penitenciarias: "les da de comer y se encarga de que estén limpios y bien atendidos para la terapia en la que ella no participa dado que no tiene ese tipo de problemas para relacionarse. Se trata de un trabajo no remunerado que desempeña desde hace tan sólo unos días después de sustituir al anterior encargado".