L D (Agencias) Los homenajes a Jáuregui comenzaron por la mañana, con un acto íntimo en el monolito en su recuerdo ubicado en el paraje de Burnikurutzeta, donde en su día fueron aventadas sus cenizas. Además, al mediodía sus familiares y compañeros de militancia le recordaron en Legorreta, su localidad natal, junto a una escultura en su memoria, en la que colocaron un ramo de flores. Finalmente, a la una del mediodía, tras un minuto se silencio, se celebró un tercer acto frente al bar-frontón Beotibar de Tolosa, en cuyo interior tuvo lugar el atentado.
El director general de la Dirección General de Apoyo a las Víctimas de Terrorismo del Ministerio del Interior, la viuda de Jáuregui, Maixabel Lasa, y el secretario general de la Agrupación Socialista de Tolosa, Oscar Renedo, colocaron un ramo de flores al lado de una foto con la imagen del fallecido. Entre las decenas de asistentes se encontraban la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, el socialista Rafael Romero, el senador del PSE-EE Alberto Buen, el alcalde donostiarra, Odón Elorza, y familiares de otras víctimas de ETA como la viuda de José Luis López de Lacalle, Mari Paz Artolazabal. Asimismo, asistieron el alcalde de Tolosa Jokin Bildarratz (PNV) junto a otras miembros de la Corporación como la edil del EA Onintza Lasa, y la juez Garbiñe Biurrun.
José Manuel Rodríguez Uribes trasmitió un "abrazo fraternal" del ministro, Alfredo Pérez Rubalcaba, a los familiares y amigos de Jáuregui, del que dijo que, "vasco de Legorreta, de pura cepa, estuvo siempre comprometido con los valores democráticos y socialistas, desde la lucha antifranquista primero a su militancia final en el PSE-EE". El representante del Gobierno central recordó a Jáuregui, "siete años después, con la misma determinación de acabar con una violencia incompatible con una tierra de prosperidad como el País Vasco en el marco de un Estado democrático".
A su juicio, "recordar a Juan Mari es reivindicar lo mejor de un pueblo y de unos ciudadanos que merecen vivir en paz sin la amenaza, la coacción o el asesinato de una banda que sobra de nuestras vidas. Juan Mari tenía razón y por eso le mataron", concluyó. Por su parte, Oscar Renedo lamentó que, tras la ruptura de la tregua, hoy "nos encontramos nuevamente en la pesadilla de la amenaza terrorista", tras lo que llamó a "la unidad de todas las fuerzas democráticas" para luchar contra ETA.
Advirtió de que "el frentismo sólo nos va a conducir al desastre y a la fractura social", que y ese "es el objetivo de ETA, ese el balón de oxigeno y eso es lo que debemos evitar por todos los medios". Además, llamó a toda la sociedad "a rebelarse cívicamente contra la dictadura de ETA", y recordó el "espíritu de lucha" de Jáuregui para pedir se siga "su ejemplo y no caigamos en el desanimo", porque el "fin de la violencia terrorista" es "el mejor homenaje" a las víctimas.